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viernes, 29 de mayo de 2020

Parroquia en fase 1 (18)

viernes, 29 de mayo de 2020
San Pablo VI

Anoche murió Aurelia. La enterraremos maña en Torremendo. D.E.P.

He quedado a las once con Concepción. El hermano coronavirus interrumpió nuestras catequesis en su casa pero no nos rendimos. Vamos a hacer una lista de difusión de wasap y enviaré las catequesis en audio. 

12:30
Misa de doce y media. No he contado cuántos hemos sido y no recuerdo quienes han venido. Joan, Teresa y Jeanette sí que estaban. 

17:00
Después Teresa me ayuda a preparar el funeral.

18:00
Funeral de Aurelia. Asisten su marido, José, sus hijos, Jose María y Marisol, su yerno Emilio y unas veinte personas más. Teóricamente solo podríamos admitir a quince personas. A lo mejor solo eran quince. 

18:30
Teresa se queda recogiéndolo todo mientras voy al cementerio de Torremendo. Bendigo la sepultura, rezamos un responso y nos despedimos.

19:15
Vuelvo a San Miguel. Simon me está esperando. Necesita la añrgadera para cortar las baldosas que va a poner en el umbral del planchero y del comedor de Cáritas. Me enseña la ventana de la sacristía que estaba echa una pena y está como nueva. Propone pintarla color café con leche por fuera —a juego con las puertas del planchero, del garaje y del comedor— y de blanco por dentro, a juego con toda la sacristía. Me parece estupendo. 

19:30
Pongo la homilía en el blog y chateo con Mim que, amablemente, ha corregido la traducción. 
Javier me ha dejado un mensaje. Al parecer un joven uruguayo ha venido a trabajar a Españita pero la persona que lo iba a alojar le ha fallado. Quieren saber si puede alojarse en la parroquia. Le llamo y no contesta. Le dejo un wasap. 

20:00
Me preparo una infusión de manzanilla y anís y me pongo a escribir esto. 
Me llama Javier. Quedamos en vernos dentro de una hora para llevar a su amigo a Torremendo. 

20:30
Leo el artículo sobre Newman que Jack Valero publicó hace un año en La Vanguardia y que ayer me mandó PDG. Se titula Amor de hombre, es estupendo y acaba así: «San John Henry Newman pasará a la historia como un gigante intelectual con un legado que tardaremos décadas en entender con la profundidad debida. Pero cuando sea canonizado, el nuevo santo también nos recordará uno de los frutos más valiosos del celibato sacerdotal bien vivido: el poder amar a muchas personas –una a una– muy intensamente, con un amor casto, desinteresado, de amistad, de servicio, de entrega total de sí». 
Pues ya está canonizado. 
20:42
Me llaman Javier y Michelle y nos vamos a Torremendo. Me presentan al amigo uruguayo que también se llama Javier. Lo acomodamos en la casa parroquial de Nuestra Señora de Monserrate. 

21:40
Vuelvo a casa y me preparo una cena ligera. 
La tercera parte de Dignidad se titula En la esfera pública. Y empieza con una errata monumental así: «El primer apartado de este libro presentó la amistad como una cualidad del individuo que le hace acreedor de un respeto universal». Y a mí me da que donde dice «amistad» debería decir «dignidad». 
El primer capítulo de esta parte propone adoptar la amistad —ahora sí—como modelo de ciudadanía que concierta personas de igual dignidad. 
Precisamente el artículo Amor de hombre trata de la amistad que san Juan Enrique Newman supo trabar con muchas personas. 
Para los clásicos «la amistad representa el ápice de la sociabilidad humana». 

Twardowsky
Y aquí, otra vez, esta preciosa oración:
¡Oh Dios, a Quien hoy no veo,
pero a quien veré algún día!
Me acerco a Ti como un parado,
me pongo en la cola
y Te pido amor como si Te pidiera un pesado trabajo.

jueves, 28 de mayo de 2020

Parroquia en fase 1 (17)

jueves, 28 de mayo de 2020

8:30
Voy hacia la iglesia y un señor viene hacia mí. Me saluda cortésmente, le devuelvo el saludo y me pregunta que si puedo celebrar la Misa por sus padres. Le digo que sí y tomo nota de sus nombres. ¿Cuánto debo? Le digo que no debe nada y que, si quiere dar algo, que Dios se lo pague. Insiste. Le digo que el estipendio está fijado en diez —10— euros. ¿Por cada uno? No, es el estipendio máximo que un sacerdote puede cobrar cada día por la Misa. Saca treinta euros de la cartera y me ruega que celebre tres Misas por sus padres. Digo lo que decimos siempre los mendigos: «Que Dios se lo pague». 

10:00 / 10:30
Viene María José. Enterramos a su madre, Josefa, el domingo pasado. Hablamos de Josefa —que fue cartera— y de su marido que fue salinero, sindicalista y concejal de San Miguel. Celebraremos la Misa por ella el domingo.

10:30 
Oficio de Lecturas y Laudes.

11:00

Preparo y traduzco la homilía. Envío la traducción a Sidmouth. 

11:30
Llegan Teresa y Joan. Teresa se va al despacho de Cáritas, Joan a la sacristía y yo a leer a Newman.
Las quince páginas del sermón de la Santísima Trinidad de 1834 habría que leerlas, releerlas, subrayarlas, resumirlas, ampliarlas, analizarlas comentarlas y editarlas en un libro de oro para regalarle un ejemplar a cada obispo, sacerdote y diácono. 
La idea fundamental es que la fe se nos da en depósito para que la transmitamos íntegramente y que no es algo vago sino algo perfectamente definido. Por ella «debe luchar hasta el más humilde miembro de la Iglesia». 
Algunos dirán que todo «puede reducirse a una sola proposición: Dios es amor. Las demás noticias de su gloria insondable (…) no son más que modificaciones de esta expresión. Esto les lleva a negar, primero, la doctrina del castigo eterno porque no casa con esa idea del Amor Infinito. Luego, transformando expresiones como «la ira de Dios» en figuras retóricas, niegan la idea de Expiación como la verdadera reconciliación con sus criaturas de un Dios al que se ha ofendido. También sostienen que la verdadera finalidad de la revelación del Evangelio es meramente práctica y por tanto las doctrinas teológicas son enteramente innecesarias, puras especulaciones, un estorbo para la religión. (…) O dicen que el fin principal del Evangelio es la unión de los corazones en el amor de Cristo y de unos con otros y que, por tanto, los credos no son más que trabas para las almas que han recibido el espíritu de adopción. (…) Otros, en cambio, hacen descansar todo el peso del Evangelio en la doctrina de la Expiación y la Santificación. Y otros hacen de la Justificación por Fe el único punto cardinal que abre y cierra las puertas de la vida». 
Newman dedica el resto del sermón a insistir en la importancia de guardar íntegro el depósito de la fe con sus fórmulas y a recordar que todo lo revelado se nos ha dado como alimento y luz. 
Magistral. 

12:30
Misa. Somos diez.
Han venido: Gloria y su hermana Rita, Carmela y Encarnita, Teresa y Joan, Carmen, Rosario y Jeanette
Ofrezco la Misa por Soledad y Alfonso. Encomiendo a PDG que me ha mandado esta mañana un wasap desde Montevideo. 

13:00
Me despido de las feligresas en la puerta. Le digo a Encarnita que la hemos echado de menos y me cuenta que su nieto, que nació hace tres meses, lleva dos —media vida— sin verla, por el coronavirus, y que ahora se lo dejan todos los días para recuperar el tiempo perdido. 
En la sacristía Joan me dice señalándose la lengua: «Tú has olvidado mí», expresión inglesa que significa: «No me has dado la comunión». Reparo mi olvido. 
Llega un penitente y me pide que escuche su confesión. 

13:45
Las correcciones de Mim desde Sidmouth llegan justo a tiempo para que yo pueda poner la homilía en el blog antes de…

14:00
…ir a recoger la comida a casa de doña Nati. Como Simon no ha dado señales de vida hoy y no me abre la puerta, se queda sin comida. 

14:30
Un viento impetuoso detiene el vuelo de las aves, agita las palmeras de la plaza y la bandera de España que tiene Corrina en su azotea, se cuela por mi ventana, levanta las cortinas y cierra con estrépito la puerta del pasillo. Las cortinas, en su exaltación, tiran al suelo varios libros de la estantería y el cielo se cubre de nubes oscuras. 
Salgo de la cocina para cerrar la ventana y observo que los pájaros se han zampado todo el grano que les puse ayer y que no era poco. Pongo más grano, cierro la ventana y sigo limpiando la cocina mientras oigo The Rose, cantado por The Kings Singers en un video que me ha mandado Mim desde Sidmouth. 
Luego pongo a hervir el agua, saco dos bolsitas de té y me acomodo para reposar trasteando en mis RRSS. 
15:30
Misterios de luz. 

15:50
Voy a la iglesia para visitar al Santísimo y hacer la oración de la tarde. Pero, antes, paso por casa de doña Nati para devolverle sus corotos. 

17:00
Decenario al Espíritu Santo: el fruto de la Fidelidad.

18:00
Exposición del Santísimo.

18:10
Nona y Vísperas.

18:30
Bendición con el Santísimo.

19:00
Twiter arde con el espectáculo de la llamada «Comisión para la reconstrucción» o algo así. Patxi López, el presidente, reconce por la tarde que no estuvo a la altura por la mañana y ruega a los comisionados que dejen de insultarse y se ponga a trabajar. 
Tiendo la ropa.
Me perparo una merienda-cena.

Fracasología
Roca Barea le da un repaso al indigenismo: «Los indios no se sintieron en general ni representados ni incluidos en las nuevas repúblicas. Mientras las poblaciones indígenas, que viven en su mayoría en condiciones de marginalidad, estén entretenidas clamando contra Colón y los conquistadores no mirarán con ojos críticos a sus gobernantes de aquí y ahora». 
Luego le da un repaso al victimismo criollo: A los que lloriquean porque los botánicos no respetaron los nombres indígenas de las plantas «y aplicaron el sistema de Linneo» los consuela recordándoles que en su pueblo —que es El Borge (Málaga)— hicieron lo mismo y empezaron a llamar Forficula auricularia a la tijereta de toda la vida. Y a los que lloriquean porque en México se ordenó arrancar vides y olivos los consuela diciéndoles que en 1985 «media España estaba arrancando viñas. Era la política agraria de la CEE». Y los anima a replantar las viñas como hicieron en su comarca —la Axarquía— que ahora produce más y mejor vino que nunca. En fin que viene a decirles que menos lloriqueos. Ella lo dice mejor. «Si apetecía y apetece tener vino mexicano, ha habido doscientos años para plantar viñas». 

Dignidad
«Podría ocurrir que elevar la literatura no sea al final un quehacer meramente literario y necesite la contribución de un impulso exterior de naturaleza moral». 
Aquí cita Javier Gomá al retórico griego Longino para quien «no es posible que aquellos que han tenido toda su vida hábitos y pensamientos bajos y propios de esclavos realicen algo digno de admiración y de la estima de la posteridad». 
Aquí andamos —concluye— «a la espera de un maestro retórico que devuelva a nuestra lengua la dignidad de gran estilo que un día tuvo y luego perdió». 

Busco a Twardowski y no lo hallo. Recuerdo que ayer lo dejé en mi mesilla de noche. Nada. ¿En la cocina? Nada. ¡Mira! ¡Debajo del teléfono! 
Tengo poco de franciscano y, aunque me agrada —porque es poética y agradable— esa ¿ingenua? simpatía hacia los animales y las plantas que exhibe Twardowsky, lo que me desarma y me rinde es su Ciencia poética y teológica o como se diga. Por ejemplo en Ovejas entre lobos empieza con unos versos que harían las delicias de los animalistas:
¡Vaca, que permites que te ordeñe tantas veces!
¡Todos vosotros, conejos, martirizados para que enfermemos según las normas!
Y sigue así, doliéndose de todo bicho viviente, hasta que alumbra el verso clave:
¡Verdaderos cristianos, bautizados con sangre y no con agua del grifo,
que andáis como ovejas entre lobos!
Y, abierto ya el torrente con la clave de la Ciencia poética y teológica que es la de los humanistas y, sobre todo, la de los santos, me desarma y me rinde su confesión:
Siento vergüenza ante vosotros cuando corro de mí mismo a mí mismo
cuando pongo mala cara ante el sufrimiento inocente,
cuando, frívolamente serio, 
pido cita hasta con tres médicos para escapar de la muerte, 
cuando no quiero ser pan molido en manos de Dios. 

martes, 26 de mayo de 2020

Parroquia en fase 1 (15)

martes, 26 de mayo de 2020
San Felipe Neri

Misa de once en Torremendo:
La ofrezco por mis amables padres. 
Somos cuatro. Han venido Emma y Lola —después de dos meses de confinamiento— y Alcira. No ha venido Isabel porque la señora a la que cuida —Margarita— se ha caído y está en el hospital. 

Misa de doce y media en San Miguel:
La ofrezco por Vicente. 
Somos once. Han venido Gloria, Rita, Joan, Teresa, Jeanette, Carmen, Isabel, Mari Carmen, Ana María y Vanesa
Ana María y Vanesa han venido porque hoy la misa era por su hermano Vicente. Sus hermanas Gloria y Graciaela no han venido. Graciela está ingresada. Tomo nota. 

Despué de comer un poco de Fracasología. Empiezo el Capítulo 6: El fin del Imperio español: del fracaso generacional al fracaso histórico. ¡Qué pena!
«Si el relato oficial reproduce el esquema de la heroica lucha por la independencia del imperio opresor según el modelo metrópolis-colonia, que es absolutamente antiimperial, esto se debe a que las nuevas naciones copiaron la narrativa estadounidense e intentaron creerse y hacer creer que eran procesos pararlelos». (p. 222) De un lado las Trece Colonias (162.000 kms2) se independizan, crecen y forman una unidad política mayor. De otro lado, un Imperio «que tiene tres siglos y sobrepasa los veinte millones de kilómetros cuadrados» se fragmenta.

IGdL me comunica que ha muerto César Casimiro. Tomo nota para ofrecer la Misa mañana en sufragio por su alma. D.E.P.

Meditación sobre el quinto fruto del Espíritu Santo: Benignidad.

Me voy con Simon a Cash & Carry. Compramos cinco baldosas, un saco de cemento-cola blanco para piscinas y un bote de pintura. 27,11 + 5,89 de IVA. Total: 32,80. Tomo nota.

Decenario al Espíritu Santo. 

Simon va a pintar la ventana de la sacristía pero halla el marco despedazado y va a comprar pegamento y viruta para hacer una masa mágica. 

Sonia se ofrece para ayudar en la limpieza de la parroquia de Torremendo. Tomo nota.  Primero me alegro, luego se lo agradezco y luego eso, tomo nota. 

Felicito a María y a Jacobo. Esta mañana se me ha pasado su aniversario en la Misa. Tomo nota para mañana.

Chateo con Laura (Floresconencanto) que pide oraciones. Tomo nota para la Misa de mañana. 

Más Twardowsky:
Copiaría el libro entero que ya he leído cuatro o cinco veces y no me cansa. Hoy me detengo en el poemna que empieza así:
No he venido a convertirlo…
Y acaba así:
me limitaré a sentarme junto a usted
y a confiarle mi secreto:
yo, un sacerdote, 
creo en Dios como lo haría un niño. 

lunes, 25 de mayo de 2020

Parroquia en fase 1 (14)

lunes, 25 de mayo de 2020
Santa María Magdalena de Pazzi

Para todo el día:
«Os he hablado de esto, para que encontréis la paz en mí. En el mundo tendréis luchas; pero tened valor: yo he vencido al mundo». (Jn 16, 33)

Para la Misa: 
Hoy celebramos los cumpleaños de Blanca V.C., de Cari (1947) y de Michael Sheridan (1947). 
Hay que celebrar la Misa pro populo de Torremendo. 
Y la memoria de santa Magdalena de Pazzi que vio a su madre feliz y contenta en el purgatorio. ¡Qué bien!
Misa de doce y media en San Miguel:
Hemos sido nueve. Han venido Joan, Teresa, Carmela, Gloria, Isabel, Michael (que cumple setenta y tres años), Carmen y un ser humano extranjero al que no conozco. No ha venido Jeanette, qué raro. 
He predicado porque es Pascua. 

Hoy doña Nati ha preparado la comida para Simon y para mí. Además, Teresa me ha regalado una tapa generosa de pulpo al vino. 

Había quedado en llamar a Patricia las cuatro. La he llamado a las cuatro y dos minutos y ma ha saludado diciendo que daba por supuesto que se me habría olvidado llamarla. Que Pablo está en Villalba y que Ignacio ha terminado su curso en el Conservatorio. 
A las cuatro y media nos hemos despedido porque han llegado los de Vega Fibra para arreglarme el wifi. 
A las cinco Decenario al Espíritu Santo: el fruto de la Paciencia. 
A las seis había quedado con Simon. Ha venido a la seis y media y nos hemos ido en mi lujoso Seat León a comprar un saco de cemento-cola blanco para pisicinas a Cash & Carry. Nuestro gozo en un pozo. Cierran a las seis. 
Hay que hacer algunas llamadas:
Aurelia ha salido hoy del hospital pero van a seguir yendo a su casa para atenderla allí. 
Jeanette no contesta. 
Cita con Newman:
Lunes de la Octava de Pentecostés de 1835. 
La expansión de los reinos humanos la dirige la prudencia pero la realiza la espada y suele ir acompañada de hechos culpables: usurpación, invasión, conquista y tiranía. La misma sabiduría del mundo que despreció a los apóstoles debe reconocer ahora que ellos solos no habría podido ser los artífices de la maravillosa propagación de la Iglesia. 
En medio del mayor Imperio jamás conocido surgieron miles de comunidades que profesaban la misma fe y aceptaban una misma disciplina. El hermano, el hijo, la madre, la esposa, el amigo se alistaban en el nuevo ejército que iba cubriendo la tierra y que, después de bautizar a los últimos emperadores, enterró el Imperio «tomó su lugar, se ganó a los invasores, sometió a sus reyes y, por último, reinó con poder supremo. (…) Y hasta hoy dura esa dinastía inaugurada por los apóstoles». 
Cristo y sus apóstoles previeron todo esto con una mezcla de alegría y de tristeza, como presagiando las corrupciones que se darían en la misma Iglesia, las que «todos los  cristianos hemos permitido que tengan lugar».
Esto bastaría «para obligar al crítico más exigente a creer en la divinidad del Cristianismo». El sermón acaba con estas palabras: «Pero mañana, si Dios quiere, añadiremos algo más». 

Y un poco de Twardowsky:

¡Oh Dios, infinitamente santo, poderoso y risueño;
que has creado al papagayo, a la víbora y a la rayada cebra;
que has dado la vida a la ardilla y al hipopótamo;
que con los bigotes del abejorro haces cosquillas a los teólogos!

Hoy, sintiéndome triste, angustiado y a oscuras,
quisiera despertar en Ti una sonrisa.

22:12
Por fin contesta Jeannete. Ha estado mal. Se encuentra mejor. Espera poder venir mañana a Misa.