viernes, 14 de noviembre de 2025

Diario. Viernes, 14 de noviembre de 2025

 San Miguel de Salinas

viernes, 14 de noviembre de 2025


7:05

No me ha sonado el despertador. Salgo de casa sin desayunar y sin afeitar. Abro la iglesia, enciendo las luces y salgo para el hospital. Me afeito durante el camino.

7:40

Misa en el hospital por Arantxa a petición de la congregación. 

8:15

Le llevo la comunión a CG. Su hija pide confesión. Charlamos largamente paseando por un pasillo por el que está prohibido pasear. No nos pillan. Muy bien. 

9:00

Le llevo la comunión a Ramona. Su padre —Alí—quiere charlar y me invita a desayunar. Muy bien. Alí come jamón. 

10:15

Me llama un feligrés de Los Montesinos: que si puede ir a confesarse a San Miguel. Que sí, que voy para allá en unos minutos. 

10:45

Llego a San Miguel, atiendo al penitente y me revisto. 

11:00

Misa votiva de la Santa Cruz por Michael Collins. 

11:35

Tengo que asentar dos partidas de bautismo. Revisando el libro veo que se quedó sin anotar un bautizo. Mando un mensaje a los padres del niño para que me envíen los datos. 

11:55

Me llama Benedicto, el electricista, para recordarme que hemos quedado a las doce con los de la OCA que vienen a revisar la instalación eléctrica. 

12:00

Llegan puntualmente los de la OCA. 

12:30

Hemos pasado el examen con nota. Nos despedimos. 

Por fin puedo sentarme para mirar fijamente al sagrario.

13:05

Oficio de lectura y laudes. 

Luego voy al banco para hacer el ingreso de las colectas del fin de semana pasado. 

14:00

Voy a comer a casa de doña Nati.

15.00

Visita al Santísimo. Nona. 

15:30

Sesión de Brahms en la casa abadía

16:30

Misterios dolorosos. 

17:00

Voy a la iglesia para mirar fijamente al sagrario. 

17:30

Despacho parroquial. 

18:09

Me llama Wilder para invitarme a cenar. Muy bien. 

18:30

Recojo el despacho. 

Vísperas.   

Lectura del evangelio de San Marcos. 

Lectura de Dios te Salve, reina y Madre

Lectura de La Sagrada Familia. 

19:45

Voy a casa de Ana Isabel y de Wilder. Ana Isabel, Wilder y Camila me dan el pésame y les cuento muchas cosas del funeral y de Arantxa y de Jesús y cenamos. Luego, allí mismo, con Ana Isabel, Wilder y Camila como regocijados testigos, entro en la App de RENFE y saco un billete de Ida Orihuela-Madrid para el lunes 17. Sale a las dos, llega a las tres y media y cuesta cuarenta dólares. Una ganga. 

21:30

Nis despedimos. 

Vuelvo a la iglesia pero no la cierro porque están ensayando los del coro. 

Delia me ve y baja del coro para darme el pésame. ¡Qué amable!

Voy a la casa abadía y escribo esto.

jueves, 13 de noviembre de 2025

Diario. Jueves, 13 de noviembre de 2025

 San Miguel de Salinas

jueves, 13 de noviembre de 2025


QUÉ DESCANSADA VIDA

(Hasta las once)


Amanezco en La Torre. Los pajarillos cantan, las nubes se levantan. Pienso holgar toda la mañana hasta la hora de salir para La Lloseta. Pienso holgar limpiando y ordenando mi pequeña biblioteca. 

Estoy en ello cuando encuentro un librito de Tagore intitulado La luna nueva que se cuenta entre las cosas más bellas que he leído. La traducción es de Zenobia Camprubí que amaba mucho a JRJ y que —por eso mismo— puso un gran empeño en tratar de convertir al sinsorgo  andaluz en una criatura risueña. 

Me siento en el sillón de la abuela Paquita para leer esa colección de cuentos que son poesías. 

Estoy en ello cuando doy con el cuento-poema intitulado Las razones del niño que, en realidad, debería llamarse La razón de la Encarnación. 


Si quisiera, el niño podría volar ahora mismo al cielo.

Pero tiene sus razones para no dejarnos.

Toda su felicidad consiste en descansar su cabeza en el seno de su madre; por nada del mundo dejaría de verla.

La sabiduría del niño se expresa en sutiles palabras. ¡Qué pocos son los que pueden comprender su sentido! Si no habla, es que tiene sus razones.

Lo que más desea es aprender la lengua materna de los mismos labios de su madre. ¡Por ello adopta un aire tan inocente!

Pese a que poseía montones de oro y perlas, el niño vino a esta tierra como un mendigo.

Tuvo sus razones para llegar con este disfraz.

Pequeño, desnudo y suplicante, si simula una completa indigencia es para reclamar a su madre el inmenso tesoro de su ternura.

En el país de la minúscula luna creciente nada entorpecía la libertad del niño.

Si renunció a su independencia tuvo sus razones.

Sabe muy bien que ese pequeño nido, el corazón de su madre, contiene una alegría inagotable, y que la tierna atadura de los brazos maternales es infinitamente más dulce que la libertad.

El niño no sabía llorar. Vivía en el país de la felicidad perfecta.

No le faltaron las razones para empezar a verter lágrimas.

Las entrañas de su madre se conmueven con las sonrisas de su dulce rostro, pero es el pequeño llanto que nace de sus penas de niño el que teje entre ella y él el doble lazo de la piedad y el amor.


En mi simplicidad meridional me pregunto si Zenobia —al traducir—  no convirtió un oscuro poema oriental en un lindo villancico navideño. 


¿ESTÁ ENFERMO ALGUNO ENTRE VOSOTROS?

(Santiago 15, 14)


A las once me llaman del hospital y decae mi plan de holgar hasta la hora de ir a La Lloseta. 

¡Adiós Lloseta!

Salgo para el hospital por la carretera de la costa que es —en sus mejores tramos—una sutilísima línea entre el mar y las salinas. 

Ya en el hospital —y envuelto en mi bata blanca que es como la capa mágica de Frodo— desaparezco.

Es otro —mayor que yo— quien pone su carne y su sonrisa en la boca de CG. 


¡QUÉ DESCANSADA VIDA!

(Hasta mañana)


De  vuelta a San Miguel, preparo una frugal colación: la bendigo y me la zampo. 

Desde las tres y media hasta las siete, estoy en la iglesia rezando y subiendo al coro para encender una lamparita cabe la imagen de la Virgen del Carmen que está sacando almas del fuego del purgatorio; rezando y preparando el altar para la misa de San Leandro; rezando y saludando a Joan; rezando y haciendo la exposición del Santísimo y celebrando la misa y recibiendo el pésame de la feligresía.

A las siete me preparo otra frugal colación. 

Por todas partes —mire donde mire— me topo con Arantxa que es como una sonrisa que lo abarca todo. 

Escribo esto.

Diario. Miércoles, 12 de noviembre de 2025

 La Torre

miércoles, 12 de noviembre de 2025


MAÑANA EN EL TANATORIO


Voy con María y con Jacobo. Nada más llegar rezo un responso y me refugio en la capilla para rezar un poco. 

A las once menos cuarto llegan don Juan Carlos R, don Juan Antonio M, don Javier U y don Javier ?

A las once comienza la misa de cuerpo presente. Durante el ofertorio se oyen unas voces como de ángeles que vuelven a oírse en la comunión. Son María VP y algunas amigas que cantan a capella. Muy bien. 

A las doce y media tiene lugar el entierro de Arantxa. Bendigo la sepultura. 

Luego, otra vez, saludos y besos y abrazos y despedidas. 


COMIDA CON ANA, FÉLIX, ANA, ICIAR, PABLO E ISABEL


En el club social de la urbanización Huertas. Pido cocido. Hablamos por los codos y no queremos despedirnos pero tenemos que despedirnos. Pablo, Iciar e Isabel se van a Madrid. Ana, Felix, Ana y yo vamos a casa de Ana y Félix. Allí sigue la tertulia. 

A las cinco, según lo convenido, viene a buscarme Patricia LH. Me despido de Ana, de Félix y de Ana agradeciendo su hospitalidad. 


TARDE CON LA TÍA MARIBEL


Vamos a la residencia de Torrelodones donde vive la tía Maribel. La encontramos con Jody LH. Se emociona un poco al verme. Yo también me emociono un poco. Me besa las manos. Yo también le beso las manos. Me pregunta que si estoy contento y le digo que sí. Me dice que me ve igual que siempre y yo le digo que estoy gordo pero, por lo demás, igual que siempre. Se pone seria y me dice que no hay que ponerse gordo. Luego me pregunta que si estoy contento y le digo que sí. Jody le muestra unas fotos de los abuelos que Pablo ha animado. Le gustan mucho. Me pregunta que si estoy contento y le digo que mucho. Me pregunta que cuándo nos vimos por última vez. Calculamos que fue antes de la pandemia. Me pregunta que dónde estoy y le digo que en san Miguel de Salinas. Entonces Jody le habla de algunos amigos que veraneaban en Campoamor. Me pregunta que si estoy contento y le digo que soy el cura más contento del mundo. Se ríe y me dice que me lo merezco. Me pregunta que dónde estoy… y así. 

A las seis y media nos despedimos.La tía se pone triste porque me voy. Se queda con Jody y yo me voy con Patricia a la estación de Torrelodones. Allí nos despedimos.


REGRESO A ALICANTE


El próximo tren a Chamartín tiene prevista la salida de Torrelodones  a las 19:10 y tiene prevista la llegada a Chamartín a las 19:40.

Llegamos a Chamartín con cinco minutos de retraso. Tengo quince minutos para ir desde cercanías hasta los andenes de alta velocidad. 

A las 19:50 estoy haciendo cola para pasar el equipaje por el control antiterrorista. Me aconsejo parsimonia. 

A las 19:55 me dirijo hacia la vía 21. No hay cola porque ya todos están en el tren. 

A las 19:59 estoy sentándome en mi asiento. 

Un minuto después, puntualmente, sale mi Alvia para Alicante. A las 20:01 mando un mensaje a Ana para agradecer su hospitalidad y para que sepa que he llegado a tiempo. Mi teléfono está prácticamente sin batería y —¡vaya!— no hay enchufe para cargarlo. Voy al aseo y lo conecto en el enchufe de las máquinas de afeitar. 

Hago guardia a la puerta del aseo mientras rezo los misterios gloriosos. 

En la cafetería, pido un bocadillo y una copa de vino. Un individuo alto y engominado que acaba de pedir una ginebra suelta:

—¡C*! ¡Cómo comen los curas!

Luego se vuelve hacia una señora adornada con collares y muy bien peinada y suelta:

—Seguro que esta señora es católica. 

Ella se ríe y dice:

—No creo en nada. 

El gomoso la amenaza:

—Pues se va a ir usted al infierno. 

La señora se va y el gomoso, después de confesarse pecador, se va con su ginebra al vagón de primera. 

¿Por qué  va lleno un tren Madrid-Alicante un miércoles a las ocho de la tarde? 

Llegamos a Alicante a las once, como estaba previsto. 

Un taxi me trae a La Torre. 

Escribo esto. 

martes, 11 de noviembre de 2025

Diario. Martes, 11 de noviembre de 2025

 Madrid

martes, 11 de noviembre de 2025


MAÑANA EN EL TANATORIO


Voy al tanatorio con María. Me lleva ella. De paso paramos en una farmacia porque he olvidado en Alicante mis medicinas y toca tomarlas hoy. Ya en el tanatorio, en seguida busco la capilla. ¿Estará reservado el Santísimo? Sí, lo está. Oficio de lectura y laudes. Me siento para mirar fijamente al Sagrario. 

Voy a la cafetería y pido un vaso de agua y un café con leches para tomarme las medicinas. Se me acerca un sacerdote: ¿te acuerdas de mí? Confieso que no. Se presenta. Es PLT. Fuimos compañeros de estudios en Pamplona. Nos abrazamos y charlamos. Luego vamos a la sala donde está el cadáver de Arantxa. Don PLT reza un responso. Rezamos un rosario. Saludo a muchos, me saludan muchos: ¿Sabes quién soy? No. Abrazos. 

¿Quién es ese sacerdote que está rezando un responso? Es el cardenal Cipriani. ¡Oh!

Ignacio VHR dirige el rezo de otro rosario. 

Así transcurre la mañana en el tanatorio, entre rezosm abrazos y saludos. 


COMIDA CON MARÍA Y JACOBO

(Y siesta breve)


TARDE EN EL TANATORIO


Me llevan María y Jacobo y, otra vez:

—¿Sabes quien soy?

—No.

—Soy X.

—¡Hombre, X! (Muac, muac y todo eso). 

Cientos de personas desfilan ante el cadáver de Arantxa. Algunos contienen las lágrimas, la mayoría no. 

A las seis, puntualmente, comienza la misa. Me han advertido de que hay otro funeral a las siete. A las seis y treinta y cinco hemos terminado y estamos cantando la Salve. Han comulgado más de doscientas personas. 

Luego viene la despedida —larga— en la puerta de la capilla. Hermanos, primos, sobrinos, amigos, Arquilatría y muchos de los de ¿sabes quién soy? 


CENA CON MARÍA Y JACOBO Y CON SUS HIJOS MARÍA Y JACOBO


María prepara una cena española. Jacobo pide por Globo una cena japonesa o algo así. 

Jacobo jr y su hermana María —que ha llegado hoy de Francia— se unen a la cena. 

La cena termina con tejas, marron glacé y ron Zacapa XO. 

Hablamos por los codos y no queremos irnos a la cama pero tenemos que irnos a la cama.