martes, 30 de diciembre de 2025

Amable cazador, ¿que traes en el corazón?

 San Miguel de Salinas

lunes, 29 de diciembre de 2025


El señor Jarvis es un personaje de Llanto por la tierra amada. Está en el despacho de su hijo que acaba de ser asesinado. En una pared hay un retrato de Abraham Lincoln. El señor Jarvis encuentra, entre los libros de su difunto hijo, el Discurso de Gettysburg. 

Interrumpo la lectura de la novela para buscar y leer el Discurso de Gettysburg. La verdad sea dicha: no me parece una gran cosa.



En mi sesión de Brahms he encontrado una joyita: la Canción del cazador o Jägerlied. 


El texto, de Karl Candidus, dice asina:


Jäger, was jagst du die Häselein?

—Häselein jag' ich, das muß so sein.

Jäger, was steht dir im Auge dein?

—Tränen wohl sind es, das muß so sein.

Jäger, was hast du im Herzelein?

—Liebe und Leiden, das muß so sein.

Jäger, wann holst du dein Liebchen heim?

—Nimmer, ach nimmer, das muß so sein.


Quod est interpretatur:


Amable cazador, ¿persigues a las liebres?

—Oh sí, tal hago y así debe ser. Oh sí, así debe ser. 

Amable cazador, ¿que tienes en los ojos?

—Lágrimas tengo, como debe ser. Oh sí, como debe ser. 

Amable cazador, ¿que traes en el corazón?

—Amor y pena traigo, como debe ser. Oh sí, como debe ser. 

—Amable cazador, ¿cuando llevarás a casa a tu amada?

—Nunca haré tal cosa pues así debe ser. Oh sí, así debe ser. 


¿No es lindo?



Hoy me he hecho un zumo con dos de las naranjas que Wilder recogió en La Torre. 



Alejandra está en La Torre con su familia y con la familia de su marido. Me lo hace saber y me invita a cenar mañana. ¿Qué amable!



Wilder ha venido a la casa abadía a eso de las dos menos cuarto para hacer una reparación. 

Lo he dejado trabajando y he ido a comer a casa de doña Nati. 

A eso de las tres menos cuarto, Wilder ha ido a casa de doña Nati que lo ha invitado a un café:

—Te recibiría un vasito de agua.

—¿Fría?

—No, doña Nati. Al clima por favor. 


Si, esta mañana he ido a celebrar la misa al hospital: conmemoración de santo Tomás Becket. Luego, a las once, segunda misa de la conmemoración de Becket.


    Desde que el dorado octubre decayó en sombrío noviembre y las manzanas recogidas fueron almacenadas y la tierra devino en puntos pardos, afilados desolación de agua y barro, un Año Nuevo espera, susurra, aguarda en la oscuridad. 


(Murder in the Cathedral)


No hay agua en la iglesia. Los de Gestaqua han hecho un agujero negro cabe el garaje. Me han dicho que tratarán de  arreglar la avería hoy mismo. 

domingo, 28 de diciembre de 2025

Diario. Domingo, 28 de diciembre de 2025

 San Miguel de Salinas

domingo, 28 de diciembre de 2025


6:00

Me despierto en La Torre. El piso está caldeado y no da miedo salir de la camita. Envuelto en mi bata azul me dirijo parsimoniosamente a la cocina donde anoche dejé preparado todo para el desayuno. Solamente hay que tostar el pan, hacer el café, añadirle una nube de crema y cortar el queso. ¡Oh!

6:45

Oficio de lectura y laudes paseando por el piso caldeado,

7:10

Me siento en el sillón de la abuela Paquita, me cubro las piernas con una manta no porque haga frío sino para verme como un anciano jubilado y jubiloso. En las manos sostengo un libro falso. Está forrado de terciopelo rojo y decorado con una estrella de  Navidad. Al abrirlo no aparecen páginas impresas. Bueno, sí; a la izquierda hay una página impresa en la que puede leerse:

Hoy, en la ciudad de David, os ha nacido un salvador, que es el Mesías, el Señor. Y aquí tenéis la señal: encontraréis un niño envuelto en pañales y acostado en un pesebre. 

A la derecha, empero, en vez de páginas hay un minibelén en relieve: la Sagrada Familia, un corderito y —al fondo— un arco roto y un cielo estrellado. 

Empiezo a hacer mi oración. Este año, la fiesta de la Sagrada Familia —domingo dentro de la octava de Navidad— cae en 28 de dciembre, día de los santos Inocentes. 

El evangelio de la misa nos habla precisamente del segundo, tercer y cuarto sueño de José. 

En el primero se le reveló el misterio de la encarnación: No temas recibir a María porque lo que ha concebido viene del Espíritu Santo. Y José, contento. 

El segundo es un aviso y una orden: Herodes quiere matar al Niño. Huye. Y José se levanta en la noche… ¡Menuda noche! 

Jesús aparece aquí como el nuevo Moisés. ¿No hubo malvado faraón que mandó arrojar al Nilo a los bebés de los hebreos? Ved aquí a otro tiranillo —Herodes— drecretando la muerte de todos los niños nacidos en Belén y en los alrededores. 

La tiranía comunista china prohibía a las mujeres —hasta hace poco— tener más de un hijo. Si después de dar a luz a un hijo  se quedaban embarazadas se las obligaba —si era necesario llevándolas a rastras— a abortar. Esto no ocurrió en tiempos lejanos sino que ha ocurrido entre nosotros, a la vista de todos. Un holocausto conocido por todos. ¿Protestó la ONU? ¿Protestaban las feministas? ¿Protestaban los reyes de la tierra? ¿Protestaba Amnistía Internacional? ¡Raza de víboras! 

En Españita hubo un tiempo en que la paternidad y la maternidad se valoraba. Las familias numerosas recibían, no solamente ayudas económicas, sino honores. 

De la noche a la mañana, sin que se sepa cómo, el ambiente cambió en Españita. A las mujeres que tenían más de dos hijos, las vecinas las llamaban «conejas»; el diario El País —dirigido por un antiguo falangista revenido en socialista— se burlaba de ellas sugiriendo que pertenecían a alguna secta y los curas afeminados las llamaban «irresponsables». 

Vuelvo a recordar a esa madre de ocho hijos que me contaba que su ginecólogo, cuando la reconoció en su tercer embarazo, la amenazó: si vuelves a quedarte embarazada no te atenderé. Volvió a quedarse embarazada y a dar a luz cinco veces más. Cambió de ginecólogo, claro. 

Ríete tú de los faraones y de los comunistas chinos. Un paleto al que le dan una bata de médico, puede creerse que es Dios y que es capaz de decirle a una mujer cuántos hijos puede tener. Una Charo cualquiera puede ser ministra y decir —dos ministras socialistas lo han dicho— que lo concebido en el seno de una mujer ni es humano ni está vivo. 

¿Ocurrieron estas cosas en Troya, cuando Aquiles? No, sino entre nosotros, en la era de Sarah Santaolalla; en plena Charocracia, cuando las feministas —sin argumentos— gritan más que nunca pero nunca para defender a la madre y, menos que nunca, para defender a la madre de familia numerosa. 

Todo esto se me ocurre mientras contemplo el Nacimiento de mi libro falso. 

Lo miro más atenta, más intensa y más amorosamente y se me figura que aparecen allí mis hermosos padres: José Antonio y Ana María. Y entiendo que, al mandamiento de honrar al padre y a la madre, lo hayan llamado los santos el dulce precepto. 

Y estoy encandilado con eso cuando recuerdo a B. Es un amigo que me abrió su alma tal día como hoy pero de hace seis o siete años. Me había oído predicar el dulce precepto en la fiesta de la Sagrada Familia. Vino a verme y me dijo con estas o semejantes palabras: 

«¿Cómo puedo yo honrar a mi padre? Ha sido siempre un tirano. Ha maltratado mucho a mi madre. Mis hermanos y yo hemos visto cómo le daba palizas y la dejaba, luego, encerrada y sin comer durante días”. 

No me costó nada tranquilizarlo porque el padre de B no puede dar un paso sin ayuda y son sus hijos y su amable y sufrida esposa los que lo ayudan a caminar y a vivir. 

Pero sigue costándome mucho explicar a los feligreses que ser santo no es decir cosas bonitas sino hacer cosas bellísimas. 


10:00

Misa en Torremendo.

11:00

Funeral en Torremendo.

12:30

Misa en San Miguel. 

17:00

Fiesta de catequesis en San Miguel. 

La verdad: ¡qué linda fiesta!

Empieza en los locales parroquiales donde las catequistas y los padres de los catecúmenos han preparado bizcocho, mona y chocolate. 

Sigue en El Paseo donde Manola —catequista y belenista— catequiza a los niños hablándoles de Herodes y de todo eso. 



Odio ser prolijo. 

Sería prolijo si me empeñase en convertir mi diario en un informe. 

sábado, 27 de diciembre de 2025

Diario. Sábado, 7 de diciembre de 2025

 La Torre

sábado, 27 de diciembre de 2025


9:00

Salgo para San Miguel. El contento y la despreocupación me dan una sensación de levedad. Empiezo a silbar la melodía de «¿Quién teme al lobo feroz?». 

Al llegar a la altura de Elche siento como un pálpito y algo así como una nube oscurece mi humor hasta ahora risueño: llevo puesto mi abrigo de paño elegante y, debajo, mi americana pata de gallo gris, pero no llevo mi chaleco de plumas debajo de la americana. 

¿Tan grave es la cosa? ¿Tanto frío hace? 

No, sino que en el un bolsillo del chaleco de plumas han quedado las llaves de la iglesia y de la casa abadía. 

No pasa nada. Disipo la nube cantando a voz en grito «¿quién teme al lobo feroz?» y, luego, rezando los misterios gozosos. 

9:45

Llego a San Miguel y, mira por dónde, la puerta del garaje  —sexto misterio gozoso— está abierta. 

Aparco el coche y cruzo la calle para llamar a la puerta de doña Nati con la intención de pedirle el juego de llaves de la iglesia y de la casa abadía que ella custodia. Pero doña Nati —otro misterio gozoso— duerme. 

Me pongo a preparar la misa de San Juan Evangelista. 

Hay que encender muchas velas antes de la misa: 

1. La que está junto al árbol de Navidad iluminando al Niño que está bajo el árbol de Navidad.

2. La que está en el centro de la corona de Adviento.

3. Todas las que forman el bosquecillo de candelas del belén. 

Hay que preparar el leccionario, el misal y el libro de la sede. 

Hay que rezar la hora de tercia. 

Hay que poner en el altar el misal, el cáliz y las vinajeras. 

Hay que poner —cabe el sagrario— la llave del sagrario. 

Hay que poner en la credencia el lavabo. 

Hay que mandar un mensaje a Wider y a Ana Isabel para ver si pueden traerme el juego de llaves que ellos custodian.

Hay que encender las estufas. 

10:25

Hay que dar el primer toque de misa.

Hay que quitarse el abrigo de paño fino y la chaqueta pata de gallo gris, colgarlos en sendas perchas y ponerse la sotana de mil botones. 

Sobre la sotana de mil botones hay que ponerse el roquete que parece, más bien, sobrepelliz. 

Sobre el roquete hay que calzar una estola blanca. 

Hay que atender a Wilder —qué amable— que viene a traerme las llaves de la iglesia y de la casa abadía que él custodia. 

Hay que sentarse en el confesonario y hacer la lectura del evangelio y levantarse pata dar el segundo toque y atender a un solicitante y encender las velas del altar y la megafonía y revestirse y dar el tercer toque y hacer sonar la campana del presbiterio e incoar el canto de entrada de la misa. 

11:40

Hay que atender a algunos solicitantes. 

Hay que recoger el altar de la misa de San Juan y preparar la misa de la Sagrada Familia. 

12:00

Hay que rezar el Ángelus ante el pesebre. 

Hay que alegrarse con un misterio gozoso porque alguien ha reconfigurado el belén parroquial y ha puesto las ovejas cabe el pesebre y ha llevado a los Magos hasta el portal. 


Se me hace tarde y me puede el sueño. 

Resumo. 

1. Como con doña Nati.

2. Celebro la misa de la Sagrada Familia.

3. Vuelvo a La Torre.

4. Escribo esto. 

viernes, 26 de diciembre de 2025

Diario. Viernes, 26 de diciembre de 2025

La Torre

viernes, 26 de diciembre de 2025


8:00

Abro la iglesia, enciendo las luces y una estufa cabe el belén . 

Oficio de lectura y laudes.

Enciendo el bosquecillo de candelas. Meditación ante el pesebre.

9:15

Apago el bosquecillo de candelas y la estufa y voy a la panadería para comprar veintisiete pastelillos y siete barras de pan. 

9:45 

Salgo para La Torre. 

10:30

Llego a La Torre y llevo a la almazara las tres bandejas de pastelillos y las siete barras de pan. Estoy en ello cuando llegan Ana Isabel y Wilder. 

Hay que abrir todas las contraventanas de La Torre, encender las luces, preparar la ermita para la reserva del Santísimo, la meditación y la bendición y ayudar a Wilder con los preparativos de las mesas: dos mesas de diez y una de siete. 

A eso de doce y media empiezan a llegar los primeros sacerdotes y no tarda en llegar el obispo. 

Cuando estamos todos, don Rafael expone el Santísimo y dirige una piadosa meditación. Luego don Jaime hace la oración de consagración a la Sagrada Familia para que nuestras familias estén tranquilas y contentas. Luego don Rafael nos da la bendición con el Santísimo mientras yo toco las campanillas de plata que tintinean —claro— con un sonido argentino. 

13:30

La congregación se desplaza al palmeral y allí es de ver cómo todos se abrazan y eso.

Luego don José Cristóbal la conduce suavemente hasta la almazara, donde ya está preparado el aperitivo.

14:00

La congregación se ha congregado en torno a las tres mesas preparadas para la comida. El obispo bendice la mesa y Wilder pone a su izquierda —a la izquierda del obispo— una sopera muy bella en cuyo interior humea una deliciosa crema de calabaza. 

14: 15

Don Alejandro va retirando las tazas, los platos y las cucharas y Wilder pone, cabe el obispo, una fuente con carne rellena y una salsera con salsa de pimientos ahumados y otras hierbas. 

14:35

Don Alejandro retira los platos y los cuchillos y los tenedores. Wilder pone los platos de postre y Ana Isabel coloca a la izquierda del obispo una fuente con pastelitos de la panadería de San Miguel. 

14:45

La congregación se traslada al zaguán donde ya están preparados el café, la leche, la crema y las pastas y las chocolatinas. 

¿Ha salido todo a pedir de boca? Sí. 

¿Carecemos de algo? No. 

Salen tres guitarras y empiezan los villancicos. Entre canto y canto se cuentan chascarrillos y milongas. Hay chupitos de limoncello y de ron. Al final rezamos un Padrenuestro y el obispo nos da la bendición, 

Acto seguido el obispo sale pitando hacia la cocina. Algunos comentan «se ha quedado con hambre» Llego a la cocina a tiempo para ver cómo el obispo agradece a Ana Isabel y a Wilder la fiesta que nos han preparado. A tiempo para oír a Wilder cómo suplica al obispo que les dé la bendición para toda la familia. A tiempo para arrodillarme en la cocina y para recibir allí la segunda bendición episcopal del día. 

16:00

Se han ido todos. Ana Isabel y Wilder siguen trajinando. 

17:00

Ana Isabel y Wilder salen para San Miguel.



Me quedo con la tarde y con La Torre.