sábado, 22 de junio de 2024

Diario. Sábado 22 de junio de 2024

San Miguel de Salinas

Sábado, 22 de junio de 2024

9:00

Oficio de lectura y laudes.

9:30

Voy a La Torre. Fátima, Fátima Jr, María y Jacobo están desayunando. Me uno a ellos. Llegan Patricia y Pablo. Se unen a nosotros.

9:50

Voy a rezar a la ermita. Como ayer estuvo mucho tiempo abierta y con las luces encendidas, se ha llenado de mosquitos que convierten mi oración en una batalla campal. 

10:20

Vuelvo al comedor. La mesa del desayuno se ha llenado y se ha transformado en mesa de tertulia. Hago partícipes a los presentes de mi drama personal: los mosquitos me han devorado.

Todos se conduelen sinceramente: «ea, ea» y eso. Me siento muy reconfortado. No hay en La Torre ni un bote de insecticida. 

10:45

Voy a mi piso, hago la cama y rezo la hora tercia. 

11:15

Contesto a algunos amigos que estuvieron en el concierto y mandan mensajes amables. 

Lectura de los Sermones parroquiales de Newman y del Evangelio de San Mateo.

Oigo un comentario exegético de las lecturas del domingo XII. 

12:30

Casi todos se han ido a la playa. Cuatro se han quedado en la piscina, Pepe y Jacobo se han ido a hacer compras —insecticida, por ejemplo— y Pablo se ha quedado en La Torre. 

Me siento en la butaca de la abuela Paquita y me concentro en la lectura de La Nueva Jerusalén

13:30

Voy a la cocina para observar los preparativos del arroz. Se trata de un arroz con garbanzos, pollo y chorizo de Pamplona de larga tradición en la familia. Pablo es el depositario de esa tradición y lo hace muy bien. A todos nos encanta a pesar de que los puristas suelen crucificar en las RRSS a los que osan añadir chorizo al arroz. Todas esas críticas no son sino fango. El arroz y el chorizo de Pamplona maridan muy bien. Quien lo probó lo sabe. 

Alguien ha preparado, primorosamente, en la almazara dos mesas redondas para quince comensales con la vajilla de San Claudio y con las cestas de buganvillas que han sobrevivido al sol ardiente que cae… ¿A plomo? ..sí, a plomo, sobre La Torre. 

14:20

Nos sentamos a las mesas. Hermanos y cuñados en una, sobrinos y sobrinos nietos —y el amigo de un sobrino nieto— en otra. Me piden que bendiga los alimentos y lo hago incluyendo una cláusula que excluye de la bendición la mesa de los jóvenes que parlotean ignorantes de la importancia de la liturgia. 

15:30

Salgo para San Miguel con los misterios gozosos dirigidos por BXVI.

16:15

Meditación en San Miguel con las lecturas del domingo XII. 

Vísperas. 

17:00

En la casa abadía deshago mi maletita y compruebo que me he dejado el ordenador en mi piso de La Torre. Tendré que escribir esta página de mi diario en el teléfono. Empiezo a escribirlo. 

17:30

Suena el toque de difuntos. Colijo que es Teresa que anda preparando el funeral que hará el archidiácono. 

Salgo para Torremendo. 

18:00 

Misa en Torremendo. 

19:00

Misa en Los Montesinos

20:00

Misa en San Miguel. 

Wasap de Patricia. Que ha desinsectado la ermita y que el suelo se ha cubierto de cadáveres de mosquitos. Que nunca había observado un fenómeno senejante y que ahora se hace cargo de la lucha que mantuve esta mañana en la ermita durante la oración. Patricia siempre me reconforta.

20:45

Me despido de Teresa y voy a comprar víveres a Más y Más. Doña Nati se ha ido a Baza con un su hijo y no volverá hasta mañana por la tarde. 

21:30

En la casa abadía me preparo una cena ligera, la bendigo y me la zampo. 

22:15 

Escribo pacientemente en mi teléfono esta página de mi diario. 

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