La Torre
miércoles, 11 de junio de 2025
Me despierto. La luz del amanecer no ilumina mi habitación porque anoche he tomé la precaución de cerrar las contraventanas. Vuelvo a dormirme.
7:30
Desayuno de fiesta.
Oficio de lectura y laudes paseando por el palmeral.
Luego me siento en el sofá de la abuela Paquita para hacer un rato de oración ante el cuadro de la Virgen con santa Ana y los niños Jesusito y Juanito.
9:15
Ávido de noticias, trasteo en las RR SS.
Mando al archidiácono el contacto de los padres del próximo bautizando. Aprovecho para responder wasaps. Teresa me manda los datos de otros tres bautizados. Se los mando a Analía. Patricia me dice que el tren en el que viaja ya ha salido de Madrid.
10:15
Tercia.
Lectura del Evangelio.
10:30
Me aplico al estudio de la Historia de la Iglesia. De vez en cuando pido a Grok que me aclare algún punto. Muy bien.
11:30
Patricia me informa de que el tren se ha detenido en algún lugar de La Mancha por problemas técnicos. Le pido que me avise cuando pasen por Albacete. Joan me pregunta que si quiero que cierre la iglesia. Le digo que no, que la cerraré yo esta tarde.
12:00
Ángelus. Patricia me dice que han pasado Abacete. Sin prisa, recojo mis cosas y salgo para Alicante.
12:40
Llego a la estación. Anuncian que el tren de Madrid trae retraso y que llegará a las doce cincuenta y tres. Muy bien.
12:55
Aparece, sonriente, Patricia. Nos saludamos —muac, muac y todo eso— y caminamos sin prisa hasta el restaurante en el que vamos a comer y a charlar.
14:30
Nos despedimos de los amables camareros y caminamos sin prisa hasta el lugar en el que he aparcado mi Lamborghini.
15:30
Llegamos a San Miguel. Muestro a Patricia los tesoros parroquiales y la llevo a la casa abadía para que vea con sus propios ojos la obra que están haciendo Wilder y Jorge, su primo. Luego salimos para Torrevieja porque Patricia tiene visita de obra a las cuatro y media.
Nos encontramos con Brian antes de la hora convenida. Muy bien. Patricia parece muy satisfecha con lo que ve. Brian me parece un individuo excelente. Es colombiano. Lo felicito cuando Patricia me anuncia que acaba de ser padre de una niña.
Terminada la visita de obra, volvemos a San Miguel. Tenemos tiempo para:
1. Sentarnos en el JJ y bebernos tres botellitas de agua con gas haciendo tertulia.
2. Ir a la iglesia para mirar fijamente al sagrario durante media hora y para, a continuación, rezar vísperas. (Patricia no reza vísperas)
3. Ir a la panadería para tomar una limonada —Patricia— y, yo, un café con un cruasán.
4. Recoger algunas cosas de la casa abadía, cerrar la iglesia, comprar víveres en Más y Más y salir para Los Montesinos.
Por el camino le comento a Patricia la gran noticia del día. Noticia doble. Una muy triste, otra harto consoladora.
La noticia triste es que el obispo ha nombrado al arcipreste párroco de Cox. O sea, que se me va don Paco.
Harto consuelo me da saber que el sacerdote que lo va a sustituir en Los Montesinos es un santo a cuya simpatía he sido siempre muy sensible: don Isidro.
19:40
Llegamos a Los Montesinos y —¡sorpresa!— don Paco está preparándose para celebrar la misa. Habíamos quedado en que hoy celebraría él en San Miguel y yo en Los Montesinos. No importa. Le presento a Patricia, le pregunto que si tiene formas sin gluten porque Patricia le tiene manía al gluten. El arcipreste tiene formas sin gluten y nos da, en un sobre, cuatro de ellas.
Patricia y yo nos despedimos de él y salimos para La Torre. Patricia va hablando por teléfono con clientes y empleados. Yo voy rezando los misterios gloriosos.
20:40
Misa en La Torre.
21:15
Cena en La Torre. Luego nos despedimos. Ella se encierra en La Torre como una antigua princesa y yo voy a sentarme en la butaca de la abuela Paquita para escribir esto.
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