martes, 17 de agosto de 2010

¿En qué se parecen san Miguel (arcángel) y san Pedro (apóstol)?

Muy fácil.: san Miguel echó del cielo a los murmuradores y san Pedro no los deja entrar.
La delimitación de sus jurisdicciones no está clara. San Miguel posee, al parecer, algo que intimida mucho a los demonios y que anima mucho a los apóstoles. San Pedro también, pero, además, se le han dado las llaves del Reino de los Cielos y en esto aventaja -si puede hablarse así- un tantico a san Miguel.
A san Miguel suelen representarlo los pintores en su momento de triunfo bien erguido, blandiendo una espada y arrojando a los demonios al infierno. El triunfo de san Pedro lo encuentran los pintores en su crucifixión: una especie de exaltación al revés que nos obliga a todos no a pensar con los pies -como hacen los racionalistas- sino a humillar la cabeza poniéndola en el suelo.

6 comentarios:

  1. Encontrar el triunfo en la crucifixión da mucho que pensar.Aunque sea verano.Un abrazo de tu tia Janusa.Sugiero a Dña Balbi,que introduzca a los globeros residuales,en esos testimonios tan preciosos que nos ha mandado.Con permiso de d Javier,naturalmente.

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  2. No solo se ocupan ambos de los murmuradores. hay muchos otros a los que les vetan la entrada al Cielo. A veces he pensado lo difícil que es poder merecer entrar en el Cielo. Ya lo decían los apóstoles en el Evangelio de hace unos días. Afortunadamente, es verdad que para los hombres es imposible, pero para Dios todo es posible. Hasta salvarnos.

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  3. Estimado Don Javier...No se sorprenda si hago algún comentario a algún artículo anterior en las próximas semanas.

    Sobre éste diré que confieso que S.Pedro es mi debilidad y mi duda...Aquel garrulo pescador que negó tres veces a Cristo, cimiento material de la cristiandad...Y es que por él muchas veces he tenido ganas de invertir mi crucifijo.

    sds!

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  4. Queridisismo DJ, desde Figueira da Foz ( Portugal) muy cerca de Fátima, donde iremos a rezar a Nuestra Señora, un recuerdo para los "amables comentaristas" y un abarzo faterno en la Paz del Señor. Beso sus manos.
    Les añoro.
    MARIAJO
    PD: DJ , por favor no olvide mi intención personal. Confio mucho en la oración

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  5. Doña tía: ¿En qué está usted pensando?
    Don Agustín: ¿No cree usted que si dejásemos de murmurar y empezásemos a bendecir se nos abrirían a todos las puertas del Paraíso?
    Don Dadaísta: ¿No hay una diferencia entre darle la vuelta al crucifijo de uno y darle la vuelata a la cruz de uno?
    Doña Mariajo: ¿Se areverá usted a besar las manos del primer cura que encuentre en Portugal?
    Gracias a todos por sus amables comentarios. Me alegro de que hayan caído en la tentación de comentar amablemente en el Tiempo Ordinario. Beso sus manos de ustedes.

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  6. Estimado Don Javier...gran diferencia que me había pasado desapercibida. ¡Gracias por la aclaración! sds!

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Es usted muy amable. No lo olvide.