miércoles, 29 de abril de 2020
Santa Catalina de Siena (*)
«Esta es la voluntad de mi Padre: que todo el que ve al Hijo y cree en él tenga vida eterna, y yo lo resucitaré en el último día».
Una de las siete peticiones del Padre Nuestro es esta: «hágase tu voluntad en la tierra como en el cielo».
En el discurso del Pan de Vida Jesús nos revela cuál es la Voluntad de Dios con respecto a Él y cuál es la voluntad de Dios con respecto a nosotros.
Lo que Dios quiere de Él es que nos salve. Él ha venido al mundo no para acabar con las guerras o con el hambre sino para darnos Vida Eterna. Por eso mismo se econde cuando lo buscan para hacerlo rey. No quieren someterse a Él por la fe sino someterlo a Él al programa político y mundano que ellos han imaginado.
Lo que Dios quiere de nosotros es que creamos en Él y que así alcancemos vida eterna.
Unos vieron al Hijo del Hombre y creyeron. ¿Tuvieron más suerte que nosotros que no lo hemos visto? El mismo Jesús le dijo a Tomas: «Dichosos los que crean sin haber visto». Y san Pedro felicitará a los primeros cristianos que no habían visto a Cristo y lo amaban, creían en Él y se regocijaban.
Lo que da la vida eterna no es el amor humano, ni la solidaridad ni los gestos de paz sino la fe en Cristo. Con ella se nos darán la esperanza y la caridad.
¿No hemos dicho todos alguna vez «lo siento, no puedo perdonar a esta persona» o «esto que Dios me pide es imposible»? Al menos yo sí lo he dicho y lo digo a veces. Lo digo cada vez que intento vivir apoyándome en mis fuerzas. Quiero ser bueno haciendo mis obras buenas. Y, además, todos me animan a hacer actos de caridad, que están muy bien. Pero mi amor tiene un límite. También eso lo digo muchas veces: «mi paciencia tiene un límite».
Otras veces decimos: «¿Cómo es posible que esa persona haya cometido ese crimen horrible? Yo eso no lo haría nunca». Y otra vez, como san Pedro, estamos confiando demasiado en nosotros mismos.
San Josemaría, que se conocía a sí mismo, decía: «Soy capaz de todos los errores y de todos los horrores». En cambio yo, como san Pedro, presumo: «Eso yo no lo haré nunca». Luego caigo y recuerdo la advertencia de san Pablo: «El que piense estar firme, mire no caer».
¿Cómo es posible que haya caído tan bajo? Es que Dios me está haciendo ver hasta dónde puedo llegar con mis fuerzas. Cuando ya sé que mis fuerzas son muy limitadas viene Él a ofrecerme Vida eterna. No me dice «esfuérzate más» sino cree en Mí.
Por eso, si alguien me dice que a estas horas del día ha salvado a mil focas del Ártico, ha repartido un millón de dólares en limosnas y ha rescatado a cien cautivos temeré que lo pierdan su vanidad y su confianza en sí mismo. Pero si alguien me dice que esta mañana ha reconocido sus miserias delante de Dios y, haciendo un acto de fe, ha orado diciendo «Sagrado Corazón de Jesús, en Ti confío, no en mis fuerzas porque tu amor y tu paciencia no tienen límites», pensaré que ese es un cristiano de verdad y aprenderé de él una lección de humildad y de fe.
¿Cuántos actos de fe he hecho hoy? Creo, Señor, pero aumenta mi fe.
Santa María, ruega por nosotros.
(*) Esta mañana se me ha olvidado cambiar el leccionario de la ferias de Pascua por el de la fiesta de Santa Catalina de Siena. Hemos proclamado las lecturas de la feria. El evangelio que aquí se comenta es el del miércoles de la III semana de Pascua. ¡Viva Santa Catalina!
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2020 April 29, Wednesday
Saint Catherine of Siena (*)
"This is the will of Him who sent me, that I shall lose none of all those He has given me, but raise them up at the last day. For my Father’s will is that everyone who looks to the Son and believes in Him shall have eternal life, and I will raise them up on the last day. ”
One of the seven requests of the Our Father is this, "Thy will be done on earth as it is in heaven."
In the Bread of Life speech, Jesus reveals to us what the Will of God is with respect to Him and what the will of God is with respect to us.
What God wants from Him is to save us. He has come into the world not to end wars or hunger but to give us eternal life. That is why He hides when they look for Him to make Him king. They do not want to submit to Him by the faith but to submit Him to the worldly and political program they have imagined.
What God wants from us is that we believe in Him and thus achieve eternal life. "For my Father’s will is that everyone who looks to the Son and believes in Him shall have eternal life, and I will raise them up on the last day.”
Some saw the Son of Man and believed. Were they luckier than us who haven't seen Him? Jesus Himself said to Thomas, "Happy are those who believe without having seen." Saint Peter will congratulate the first Christians who had not seen Christ and loved him, believed in him and rejoiced. We can't see Him, but we can look at Him with faith.
What gives eternal life is not human love, nor solidarity nor gestures of peace, but faith in Christ. With faith will be given hope and charity.
Have we not all once said "I'm sorry, I can't forgive this person?” Or "What God asks of me is impossible"? At least I have said it and I say it sometimes. I say it every time I try to live leaning on my strength. I want to be good at doing my good deeds. Besides, everyone encourages me to do acts of charity, which are very good things. But my love has a limit. I also say that many times: "My patience has a limit."
Other times we say, "How could that person have committed that horrible crime? I would never do that ». Again, like Saint Peter, we are trusting ourselves too much.
Saint Josemaría, who knew himself, said, "I am capable of all errors and all horrors." Instead I, like Saint Peter, presume, "I will never do that." Then I fall and remember Saint Paul's warning: "He who thinks he is firm, watch that he does not fall."
How could I have fallen so low? It is that God is making me see the limits of my strength. When I know that my strength is very limited, He comes to offer me eternal Life. He does not say to me “try harder" but "believe in Me".
If someone tells me that at this time of the day he has saved a thousand seals from the Arctic, distributed a million dollars in alms and rescued a hundred captives, I will fear that he will lose his soul because of his vanity and his self-confidence. But if someone tells me that this morning he has recognised his miseries before God and, making an act of faith, he has prayed saying "Sacred Heart of Jesus, I trust in You, not in my strength because Your love and Your patience have no limits" I will think that this is a true Christian and I will learn from him a lesson in humility and faith.
How many acts of faith have I done today? I believe, Lord, but increase my faith.
Holy Mary, pray for us.
(*) This morning I forgot to change the lectionary of the Easter fairs for that of the feast of Saint Catherine of Siena. We have proclaimed the readings of the fair. The gospel commented here is that of the Wednesday of the third week of Easter. Long live Saint Catherine!
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