domingo, 9 de junio de 2024

Diario. Domingo, 9 de octubre de 2024

 San Miguel de Salinas

Domingo, 9 de octubre de 2024


6:55

Desvanecida ya la oscuridad de la noche (noctis umbra) es la hora de que todos invoquemos a Dios todopoderoso. Quiere decir que toca rezar el Oficio de lectura. 

Pero, antes, hay que cruzar El Paseo y dejar constancia de cómo los vencejos hacen carrreras volando alrededor de la iglesia. Pasan por delante de la puerta, giran a la izquierda, bajan por la calle del Collie que es el lado donde está el altar de santa Rita, vuelven a girar a la izquierda por la cabecera de la iglesia —calle de San Miguel y plaza de Juan Carlos I, donde está San Miguel—, giran de nuevo para para subir por el lado del altar de la Inmaculada y completan el circuito en El Paseo. Una y otra vez. 

Luego hay que abrir la iglesia y encender las luces. 

Ahora sí. Oficio de lectura y laudes. 

Meditación con Haurietis aquas. 

8:00

En la casa abadía veo algunas fotos y videos que siguen llegando de las celebraciones de Madrid a las que nopude asistir: la reunión de la VII promoción de Retamar y las bodas de plata de P&P. 

8:30

No hay noticias de Antonio. A riesgo de perder el viaje, voy al hospital rezando los misterios gloriosos con BXVI.

8:50

Llego al hospital. Como es domingo, hay que entrar por urgencias. Bajo a la capilla, me pongo mi bata, cojo los óleos y subo a la habitación de Antonio. No está. Una auxiliar muy simpática me dice que estáen la UCI. Voy a la UCI y toco el timbre colocándome delante de la cámara para que puedan ver que soy el capellán. Una voz enérgica, de mujer, pregunta: «¿Sí?». Digo: «Vengo a ver a Antonio R». Casi no he terminado de decirlo cuando la voz enérgica anuncia: «Pero, oiga, las visitas son a la una». Empiezo: «Soy…». Pero la voz enérgica me corta: «Además, ¿quién es Antonio R?». Empiezo de nuevo: «Soy…». Otra vez me corta la voz eneérgica: «¡Ah, sí, Antonio está aquí. Pero las visitas son a la una, caballero. Espere». Espero. Al cabo de un rato se abre la puerta y aparece la dueña de la  voz enérgica. Es una enérgica enfermera que, primero, me mira con cara de «¿qué pasa?» y luego, al ver mi bata y mi alzacuellos, transforma su expresión con una sonrisa. Le digo, sonriendo también yo: «Trabajo aquí. Soy el capellán». La voz enérgica: «¿Cómo no me ha dicho que era el capellán? ¿Ve?  Ahora me siento fatal. ¡Con lo que yo quería a don José Luis! Él siempre venía por aquí. Lo queríamos mucho. Y a usted también lo vamos a querer. Pero mejor, no diga que es el capellán porque lo pueden confundir con la ensalada. Diga que es el cura. ¡Pase, pase!». Le comento que esa confusión de la ensalada ya la viví precisamente en esta UCI hace cosa de un año. La voz enérgica me conduce al compartimento en el que está Antonio: «Antonio es una bellísima persona. Antonio, tienes visita. He estado a punto de no dejarlo entrar. ¡Menos mal que he salido a ver quién era!». Deja junto a la cama de Antonio la bandeja del desayuno: «Ahora los dejo solos. Voy a cerrar la puerta». Y, en efecto, cierra la puerta y sale. 

Antonio y yo nos saludamos y charlamos. Tiene muy buen aspecto. Le doy la unción de enfermos y la comunión. Luego me despido y me voy  contento: ya tengo otra amiga en el hospital. 

9:30

Salgo para San Miguel.

9:50

Camino de la casa abadía, una vecina me invita a tomar un café con ella. Me excuso y lo agradezco. Voy a los locales donde Iván —ante la atenta mirada de Francisco— está montando un ventilador que compré ayer por 90 euros. Los saludo. 

Me cambio de camisa.

10:30

Salgo para Los Montesinos.

10:45

Llego a Los Montesinos y doy vueltas y vueltas hasta que consigo aparcar.

10:55

Llego a la parroquia de Nuestra Señora del Pilar justo a tiempo  para la misa de

11:00

Primera misa del domingo X del tiempo ordinario.

11:45

Salgo para San Miguel. 

12:00

¿Me da tiempo a cambiarme de camisa? Sí. 

Hay cuarenta wasaps en mi WhatsApp.

12:30

Segunda misa del domingo X del tiempo ordinario. Veo que Wilder ha recogido la alfombra que hemos usado desde la Pascua hasta el Corpus. Muy bien.  

13:15

Salgo a la puerta de la iglesia para despedirme de la congregación. Alfredo quiere hablar conmigo. Hablamos. 

13:35

Me despido de Joan y de Laura. Voy a la casa abadía, me cambio de camisa y pongo una lavadora. 

13:55

Salgo para la casa de Armin y Hedy con las dos barras de  pan que me encargaron. 

14:10

Llego a la casa de Armin y Hedy. Han invitado a comer a otros cuatro seres humanos: un matrimonio suizo y otro inglés. Nice people. De los siete que estamos sentados a la mesa, solamente yo puedo votar en las elecciones europeas. Hay que decir que ninguno de ellos parece apesadumbrado por no poder votar.

16:45

Me despido de ellos y vuelvo a San Miguel. 

17:00

Visita al Santísimo. 

17:15

Cojo un sobre que dejé hace un parde días sobre la mesa de mi despacho.  En la esquina superios derecha pone: «ELECIONES», «ELECCIONS». Y, en el centro: «DIPUTADOS/AS», «DIPUTATS/ADES». Compruebo que, dentro, está la papeleta que metí en él hace un par de días. 17:30. Inmediatamente pienso que esa comprobación ha sido un poco como la manía de los que miran debajo de la cama antes de acostarse. 

17:30

Salgo de la casa abadía para ir votar. Llevo la nota que me envió la Oficina del Censo Electoral. Tengo que pasar por el garaje para recoger el DNI que está en mi coche. 

Después de votar, uno de los que están en la mesa,me despide: «Vaya usted con Dios». Y le contesto: «Quede usted con Él». Estas cosas aún pasan en los pueblos. Justo en ese instante, empieza a vibrar el teléfono en el bolsillo derecho de mi pantalón. Es mi hermano I. Hacemos planes para el viernes cuando, si Dios quiere, nos veremos en Madrid. 

17:50

Meditación en la iglesia con Haurietis aquas. 

18:30

Vuelvo a la casa abadía. Ahora, con la calor, las ventanas de la casa pasan más tiempo abiertas y, con la calima, hay que pasar el plumero por todas partes dos o tres veces al día si no quiere uno encontrarse por los pasillos caravanas de beduinos con sus camellos. Me aplico a desempolvar la casa. Luego pongo en marcha el Ra que estará trabajando día y noche durante todo el verano. 

18:45

Lectura del Evangelio según san Marcos. 

18:55

Lectura de Haurietis aquas.

19:10

Me tomo un yogur, tres pastillas amarillas pequeñas y una pastilla amarilla grande.  

19:15

WhatsApp:

Cinco mensajes de Ivan, el belga. 

Cuatro dela VII promoción de Retamar. 

Chateo con Joan.

Mando un wasap a doña Nati y otro a  mi hermana F. 

Miles de wasaps celebrando la victoria de un tal Carlos. 

Llamo a doña Nati. 

Vísperas.

20:00

Voy a ver un capítulo de The Crown con doña Nati. 

21:00

Nos despedimos.

Apago las luces y cierro la iglesia.

2 comentarios:

Es usted muy amable. No lo olvide.