jueves, 21 de mayo de 2020
Santa Rita de Casia
«En verdad, en verdad os digo: vosotros lloraréis y os lamentaréis, mientras el mundo estará alegre; vosotros estaréis tristes, pero vuestra tristeza se convertirá en alegría».
Hay una alegría mundana que es señal de amor propio satisfecho. Soy joven, estoy sano, tengo dinero, todos hablan bien de mí y hago lo que quiero. ¿Qué más se puede pedir? Pero es una alegría muy superficial y muy frágil que acaba siempre en lágrimas. Jesús lo advirtió: «Ay de vosotros los que ahora reís porque lloraréis y haréis duelo».
Hay también una alegría sobrenatural que es señal clara de amor de Dios y que se encuentra en los santos. Esa no depende de la juventud, de la salud, del dinero, de la estima de los demás o de la satisfacción de los caprichos porque es un don que el Espíritu Santo da a los que aman a Dios.
A los ojos del mundo la alegría de santa Rita es incomprensible. Una mujer maltratada cuyos hijos mueren en la adolescencia y que pasa el resto de su vida en un convento con una herida en la frente que produce repugnancia, pero que vive y muere alegrando a todos, es un misterio y un desafío para el mundo.
El secreto de esa alegría de los santos es que han entregado su corazón a Dios. Si lloran, Él los consuela; si están enfermos, Él los fortalece; si mueren, mueren con la esperanza de resucitar con Cristo y nada ni nadie puede quitarles la alegría.
¿Nos atreveremos a entregar nuestros corazones a Dios? Estamos en mayo. Nos consagramos a ti, Madre. Ponemos en tus manos todo lo que somos y tenemos para que tú pongas nuestra pobreza ante la mirada de Dios.
…
2020 May 21th, Thursday
Saint Rita of Casia
“Very truly I tell you, you will weep and die while the world rejoices. You will grieve, but your grief will turn to joy. ”
There is a worldly joy that is a sign of satisfied self-love. I am young, I am healthy, I have money, everyone speaks well of me and I do what I want. What more could I want? But it is a very superficial and very fragile joy that always ends in tears. Jesus warned us: “Woe to you who laugh now, for you will mourn and weep.”
There is also a supernatural joy that is a clear sign of God's love and that is found in the saints. That joy does not depend on youth, health, money, the esteem of others or the satisfaction of whims because it is a gift that the Holy Spirit gives to those who love God.
In the eyes of the world, the joy of Saint Rita is incomprehensible. A battered woman whose children die in adolescence and who spends the rest of her life in a convent with a wound on her forehead that causes disgust but lives and dies making everyone happy, is a mystery and a challenge to the world.
The secret of this joy of the saints is that they have given their hearts to God. If they cry, He comforts them; if they are sick, He strengthens them; if they die, they die hoping to rise with Christ and nothing and no one can take away their joy.
Will we dare to give our hearts to God? It is May. We consecrate ourselves to You, Mother. We put everything we are and have in Your hands so that You can put our poverty before the gaze of God.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Es usted muy amable. No lo olvide.