domingo, 24 de mayo de 2020
La Ascensión del Señor
10:00
Entierro de josefina.
11:00
Misa en Torremendo.
Luego me reúno con los padres de los niños de catequesis. Dos harán la comunión en agosto y dos en septiembre.
12:30
Misa en San Miguel.
Viene, Andrés y cantamos la Misa de Angelis. En la acción de gracias Sweet Sacrament Divine y, al final, el Regina Coeli.
13:30
Dieciséis mensajes de wasap.
14:05
Doña Nati. Que si no voy por las viandas. Que sí, que voy volando. Exagero.
15:00
Rosario tuneado. Misterios de la Ascensión.
Primer misterio: Los Once y yo estamos en Jerusalén comiendo con Jesús resucitado. Jesús nos dice que no nos alejemos de la Ciudad Santa porque dentro de días recibiremos aquí mismo la visita del Espíritu Santo y seremos bautizados por Él. Tomamos nota.
Segundo misterio: Uno de los presentes, no yo, pregunta a Jesús si es ahora cuando va a instaurar el Reino. Todos los demás miramos a Jesús como diciendo: «Eso, eso. ¿Será ahora?». Jesús nos dice que no nos corresponde a nosotros «conocer el día o el momento que el Padre ha fijado con su propia autoridad». Y añade que, cuando venga el Espíritu Santo sobre nosotros, se nos dará poder y saldremos a predicar el Evangelio por todo el mundo. Tomamos nota.
Tercer misterio: Jesús nos lleva fuera de la ciudad. Pregunto que dónde estamos y unos me dicen que en Betania y otros que en Monte de los Olivos y otros que cierre la boca y mire. Cierro la boca y miro y veo que Jesús se está elevando claramente. Entonces abro la boca sin decir nada y así me quedo. Todos lo vemos hasta que una nube lo oculta de nuestra vista.
Cuarto misterio: Estamos ahí como pasmados mirando al cielo cuando aparecen dos hombres de unos treinta años de edad. Miden unos dos metros de altura cada uno. Van vestidos de blanco como los reyes y los sacerdotes en las fiestas. No tienen acento de Galilea. Empiezan a hablar diciendo: «¡Galileos!». Estoy tentado de decirles que yo no soy galileo, pero opto por callarme. Ellos preguntan: «¿Qué hacéis ahí mirando al cielo. Este mismo Jesús que ha sido llevado al cielo, vendrá otra vez de la misma manera que lo habéis visto irse allá». Tomamos nota.
Quinto misterio: Desde el Monte de los Olivos —o desde Betania —que esto no me lo ha aclarado nadie todavía— volvemos muy contentos a Jerusalén. Juan propone que vayamos a la ver a la virgen María y allí nos vamos todos. La encontramos en el piso alto de la casa donde esta alojada con otras mujeres. Nos alegramos aún más cuando la vemos y aún más cuando empieza a contarnos cosas de Jesús. Estoy tentado de preguntarle sobre san José, pero me callo.
15:45
Hay que ir a la iglesia a meditar sobre el tercer fruto del Espíritu Santo que es la paz.
17:00
Decenario al Espíritu Santo. Cuarto día. El fruto de la Paz.
18:30
Voy a llevar la Comunión a Caridad y Mariano. Al volver saludo a Rosario.
21:00
Llamo a Marisol para interesarme por su madre. Hoy está mejor. Marisol le contó a su padre que había recibido la Unción y él le dijo: «¡No sabes qué alegría me das! ¡No hay un regalo más grande!». Así son.
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