viernes, 1 de mayo de 2020
San José Obrero
A las 8:30 redacto una carta para los colaboradores de Cáritas informándoles del destino de sus donativos durante el mes de mayo. La personalizo al mandarla a cada uno por WhatsApp.
A las nueve explico a Simon su tarea de mayo. Se pone manos a la obra con entusiasmo inglés. Luego preparo y publico los horarios de misas a partir del 11 de mayo, día en que, al parecer, entraremos en la etapa cero de nuestro camino hacia la nueva normalidad. ¿O ya estamos en la etapa cero?
A las 9:45 preparo el altar, el ambón, el libro de la sede y la homilía. Lecturas de la feria. Memoria de San José Obrero, prefacio de san José. Pongo el alba en la lavadora. Programa: delicados, frío sin centrifugado.
A las dos menos cuarto voy a buscar las bolsas de doña Nati para Simon y para mí. Bendigo a doña Nati, bendigo los alimentos y me zampo los alimentos.
Después de tender el alba hay que escribir, traducir y publicar la homilía.
Página 181 de La luz del sol: Capítulo IX Luz dorada.
«Plena reconciliación con los sentidos».
El autor sigue la pista de Juan Ramón y Zenobia durante su luna de miel e intenta describir «con el Diario de poeta y mar la Hora en que la tarde se despliega».
Hay más viajeros sensibles a la luz y aficionados a llevar un diario de viajes. Paul Klee, por ejemplo. Ése es el significado de esta hora feliz: el color y yo somos una sola cosa. Soy pintor. (Pauk Klee citado por Galmés)
Espera un momento. Voy a buscar «metamerismo» en la Wiki. Vale, ya está. Sigamos.
«Una vez comprendida la complejidad del matiz luminoso, podemos intentar hacer de él un proceso plenamente consciente». Aplaudo cuando llego aquí: «Dicho sea de paso, a veces no es tan malo mantener cierta inconsciencia».
No es la primera vez que me desternillo con Galmés. De hecho es la última hasta ahora. Escribe: «Estoy convencido de que Stendhal fue honesto cuando describió su mareo en Florencia al ver tanta belleza; pero no fue consciente del morboso atractivo romántico que provocó. Anteriormente, si a alguien se le ocurría desmayarse ante el Duomo, y decía que era por su insuperable belleza, lo encerraban en un calabozo hasta que se le pasase la borrachera. En cambio la sensibilidad romántica ha hecho de la exhibición emocional un factor de distinción espiritual». La cita podría alargarse y, con ella, la risa. Pero temo que me demanden. No sé en qué página he leído que está prohibida la reproducción total o parcial etc.
¡Viva Rothko! ¡Claro que sí! Y toda la simpatía para Galmés que reconoce: «Pero llorar, llorar, lo que se dice que es llorar; llorar no lloro».
Me dice Teresa que nos mandan sesenta litros de leche para Cáritas. Me felicito.
Las voces del eco (p. 74)
Por eso ahora lo que yo más siento
no es sentir que la vida no me dura
sino que no me dura el sentimiento.
(José Bergamín)
Poco a poco, Nati y Simón van formando parte de mis amigos, me los has presentado tu, y los voy viendo en el día a día. Sin duda tienes permiso para reproducir las partes del libro que quieras, ni yo ni la editorial te demandaremos, jaja, antes al contrarío te lo agradecemos. Que gran noticia qu el 11 de mayo podremos mirar fijamente,también, nosotros al sagrario.
ResponderEliminar¡Gracias por la licencia! A Simón lo llamamos Simon, con acento en la ai, porque así lo llamaron en Igalaterra, donde nació. Un abrazo.
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