jueves, 16 de abril de 2020
A Mercedes, entusiasta de los diarios minuciosos.
5:11
Me despierto. No tengo sueño. ¿Qué tal recitar el Oficio de Lectura en medio de las tinieblas? ¡Buena idea! Y el TeDeum. que hoy toca porque es Octava de Pascua, cantado con el GradualeProject.
5:36
Mientras me aseo oigo en YouTube el comentario a las lecturas del día del Padre Miguel Arnulfo Babativa. En realidad no comenta las lecturas, simplemente reza delante de una custodia enorme. Mientras pongo las sábanas en la lavadora y hago la cama bendigo al Padre Miguel Arnulfo. ¿Cuántos años tendrá? ¿Treinta y tantos años? ¿Estará contento? Parece contento. ¿Habrá muchos enfermos en su parroquia?
6:15
Veamos. Para desayunar una tostada. ¿Con aceite? No, con mantequilla y mermelada. ¿De fresa? Sí, de fresa. Y un Nescafé con leche y una cucharadita de miel de Torremendo. Bendigo a Emilio, el apicultor. Hoy debería mandarle un WhatsApp para decirle que acabo de abrir el tarro enorme de miel que me regaló el mes pasado.
Desayuno y recojo la cocina pensando en el Padre Miguel Arnulfo y en las lecturas de hoy.
6:45
Escribo esto.
7:00
Cojo la escafandra y la mascarilla que me ha regalado Teresa; el teléfono, las llaves, el ordenador, la la tablet y el Ceremonial de los obispos y me voy a la iglesia. En la sacristía me pongo la sotana. Abro la iglesia de par en par para que se ventile. El gorjeo de los pájaros, el frescor de la mañana, etc. ¡Bendito sea Dios!
Luego, en la pila de agua bendita, digo la oración Haec acqua benedicta y, en vez de agua, tomo de allí un poco de gel bendito. Es por el coronavirus.
7:09
Me siento a mirar fijamente el sagrario durante media hora.
7:45
Voy a recitar Laudes en mi confortable confesonario. Sé que el cardenal Sarah no aprueba esta costumbre de usar la tablet para el rezo de las Horas pero ¡qué cómodo no tener que andar con las cintas de un lado del libro para otro! Además, mi aplicación está en latín y castellano, ventaja que no ofrece ningún breviario convencional, que yo sepa.
El himno Aurora lucis rutilat con el coro del Trinity College. «La aurora tiñe el cielo como de oro y resuenan en el aire las alabanazas» etc. ¡Bedito sea Dios!
Ya está.
Toca leer el sermón de Newman titulado La Escritura, memorial del dolor humano. Son siete páginas. Pero primero un Avemaría. En la piscina de Betzata el sensible Newman ve «un cuadro doloroso de esos que no nos gusta contemplar mucho rato». La Escritura, dice, presenta una imagen del mundo que a algunos se les puede antojar tenebrosa. Aconseja este santo y sabio predicador leerla como es, sin adornar sus historias para adaptarlas al gusto particular y aprender, así, a hacer lo mismo con la vida, tomándola como viene. Quiere que pensemos que seguimos los pasos de Jacob «cuyos días fueron pocos y malos» y de los demás profetas y que nos alegremos de peregrinar con la Iglesia de Cristo haciendo realidad «la paradoja de ser felices y gozar del mundo porque no es nuestro mundo».
Escribo esto.
8:30
El reloj del campanario da la media. Toca estudiar el Catecismo de la Iglesia Católica 638-647. I. El acontecimiento histórico y transcendente: El sepulcro vacío. Las apariciones del Resucitado. El estado de la humanidad resucitada de Cristo. La Resurrección como acontecimiento transcendente.
Como a las doce y media tenemos Círculo por Skype, abro Skype y lo dejo preparado.
A ver el WhatsApp. Muy bien. Nueve mensajes. Don Alejandro me manda la meditación del día. Don Rafael me invita a la reunión de Skype de las 12:35. Acepto la invitación. Desde Guatemala, Linelly me manda una imagen de la Divina Misericordia. Desde Plymouth, Mim me mandó anoche un nocturno de Chopin. Un mi hermano me manda el enlace de una peli. Mando un mensaje de buenos días a doña Nati, otro a Mim y otro a Joan.
Escribo esto.
9:00
Con las campanadas de las nueve empiezo a preparar la Misa.
¿Pongo “lavo mis manos” o “me lavo las manos”? Mejor “me lavo las manos” ¿no? Vale: me lavo las manos. ¿Añado que me las perfumo con Ávarez Gómez? ¡Buena idea!
Retiro el cubremantel del altar y lo pongo en la credencia.
En la antesacristía preparo el cáliz de fiesta que es el que me regalaron mis padres (bendigo a mis padres) para mi ordenación. Una forma grande en la patena, un purificador (bendigo a Joan que los tiene siempre impolutos y planchaditos), entre el purificador y la patena la cinta de la que pende (¡oh, sí “pende”!) la cucharilla. La palia sobre la patena, el velo blanco sobre la palia y la carpeta de corporales sobre el velo blanco.
Coloco el cáliz en la parte derecha del altar. Coloco las vinajeras a la derecha del cáliz. Coloco el lavabo a la derecha de las vinajeras.
En la antesacristía consulto la epacta y preparo el misal. Canon Romano. Prefacio de Pascua I. Pongo el atril de altar con el misal en la parte izquierda del altar mientras bendigo a Joan que suele hacer todo esto cada día cuando no hay coronavirus.
En el ambón preparo el leccionario. Veamos.
En los Hechos de los apóstoles san Pedro reconoce humildemente que el paralítico ha sido curado por el poder de Dios, no por el suyo, y pide a la gente que se convierta «para que vengan tiempos de consuelo de parte de Dios».
Salmo 8: «Todo lo sometiste bajo sus pies». Los sabios dicen que es un salmo mesiánico.
La secuencia de Pascua, como es opcional, la leeré.
Y san Lucas nos cuenta que, cuando los de Emaús volvieron a Jerusalén, en aquella misma noche del primer día de la semana, estaban contando su encuentro con Jesús cuando el mismo Jesús apareció en medio de ellos y les dio el saludo de paz. Para tranquilizarlos les mostró las heridas de sus manos y pies, pidió algo de comer y lo comió ante ellos.
Habrá que comentar en la homilía algo sobre las heridas ¿no? Sí, y algo sobre el cuerpo glorioso, ¿no? Sí, también algo sobre el cuerpo glorioso.
En la sede preparo el libro de la sede.
Pongo una lamparilla nueva en el sagrario y la vieja, que aún alumbra, voy a llevarla a los pies de la Virgen del Rosario —¡Reina del Cielo, alégrate! —pero, olvidando que hay tres escalones en el presbiterio, cuando mi pierna derecha se adelanta y busca apoyo no lo halla. Mi pie izquierdo acaba de abandonar el presbiterio y todo mi cuerpo mortal se precipita por gravedad. Caigo de pie. La lámpara se ha apagado y la cera cubre parte de mi mano derecha y de la manga de mi sotana.
¿Está todo? En el altar sí.
Sobre la mesa de la sacristía preparo los ornamentos. Primero la casulla dorada que es la de fiesta cuando toca blanco. Sobre la casulla la estola. Sobre la estola el cíngulo. Sobre el cíngulo el alba y sobre el alaba el amito. Ya está. ¿Qué más?
El reloj del campanario da la media.
Escribo esto.
9:45
Titubeo. ¿Rezo ahora la hora tercia o me pongo a barrer la antesacristía y a limpiar el aseo? No, que llevo la sotana.
Tercia en el confortable confesonario con mi tablet.
¿Un esquema de la homilía? ¿Por qué no oyes lo que ha dicho el Papa en santa Marta? ¡Buena idea!
El Papa ha citado a san Pablo «que el Dios de la esperanza os colme de algería». Y ha concluido que la fuerza que nos mueve es la alegría del resucitado, fruto del Espíritu Santo que hoy pedimos. ¡Qué bien!
Cierro la puerta del cortavientos porque en la plaza trabajan cortando piedra.
A ver, un esquema para la homilía:
1. La Octava de Pascua: apariciones por la mañana, por la tarde y por la noche del domingo. 2. Jesús ha resucitado pero no a esta vida sino a la vida eterna. 3. Su cuerpo es ahora un cuerpo glorioso. 4. Sus heridas ya no duelen, curan. 5. Ave verum.
Escribo esto.
10:04
Seis mensajes de WhatsApp. Charo Z, Mim y doña Nati me dan los buenos días. La tía Janusa me manda un video de la capilla de IFEMA.
Mando un mensaje a Emilio, el colmenero, y otro a Bruno que me regaló un pan hecho en casa.
10:14
Esquema de la tercera catequesis pascual para niños. 1. Ya sabemos lo que pasó el primer día de la semana por la mañana y por la tarde (recordar la aparición a san Pedro). 2. Toca recordar lo que pasó cuando, ya de noche, volvieron los discípulos de Emaús a Jerusalén y empezaron a contar su encuentro con Jesús. 3. La nueva vida de Jesús. 4. El cuerpo glorioso y las heridas.
A ver cómo está el correo: catorce mensajes no deseados. Los borro. Linelly me dijo que me había mandado un correo y no lo encuentro. WhattsApp a Linelly.
10:30
Muy bien. Ahora hay que concetrarse en los capítulos VIII y IX del Ceremonial de los obispos. Veamos:
VIII La colocación de la primera piedra o el inicio de la construcción de una iglesia (840-863). IX Dedicación de una iglesia (864-915).
A las 10:54 Bernardo entra en la iglesia y enciende unas velitas a la Virgen del Carmen.
11:11
Terminada la lectura del Ceremonial veamos qué se cuenta Infocatólica.
Una iniciativa para ayudar a las monjas que pasan apuros. Muy bien. Don Juanjo Romero comenta el CIS de Tezanos según el cual el porcentaje de españoles que se declaran católicos baja más de cinco puntos en plena pandemia.
Escribo esto.
11:35
Primer toque a misa de doce. Llega Teresa, con la cesta de Caperucita que me ha preparado doña Nati. Charlamos. Compruebo que las velas tienen parafina.
11:45
Segundo toque.
En la sacristía me lavo las manos con la oración ritual acostumbrada.
Me revisto con el amito diciendo la oración para revestirse el amito.
Me revisto con el alba diciendo la oración.
Me ciño el cíngulo diciendo a oración.
En el cíngulo engancho la caja de las pilas del micro inalámbrico y sujeto el micro en el cuello del alba con la pinza que me consiguió Teresa.
Me revisto con la estola diciendo la oración.
Me revisto con la casulla diciendo la oración.
Espero en la antesacristía con las manos juntas y mirando fijamente al sagrario.
11:55
Doy el último toque de campanas.
12:00
Comienza la Misa: Regina Coeli. Me equivoco y uso la plegaria II.
12:35
Me despido de Teresa y salgo pitando para mi confortable confesonario porque va a empezar el Círculo por Skype.
13:55
Termina el Círculo. Con el ordenador, la tablet, el teléfono y la cesta de Caperucita vuelvo a casa. Pongo la lavadora a centrifugar, reservo la cesta de doña Nati para la cena y me preparo unos cardos. Los pongo a hervir un poco, aunque son de bote, y preparo la salsa en la Thermomix con ajo, aceite, harina, caldo de verduras y leche. Luego lo sirvo con piñones y nuez moscada, lo bendigo y me lo zampo. Recojo la cocina, pongo el lavaplatos, tiendo la ropa y escribo esto.
15:10
Me dispongo a ver la segunda media hora de Blade Runner. La primera la vi anoche. Iba de un Blade Runner que caza a un replicante viejo —uno modelo Nexus, de los que hay que retirar— y le saca un ojo. Luego le regala a su novia un emanador mientras suena Summer Wind. Y luego «la señora», que es su jefa, le dice que una replicante ha dado a luz un hijo y que hay que deshacerse de él. Al Blade Runner no le parece bien deshacerse de un nacido porque, dice: «Los nacidos tienen alma, creo». Pero a “la señora” lo que no le parece bien es que el Blade Runner piense por su cuenta.
Bueno, en la segunda media hora sigue buscando al niño. Una chica le pregunta «no me irás a matar ¿no?», y él responde: «Depende ¿de que modelo eres?». Se puede colegir que el niño al que buscan es el mismo Blade Runner.
Escribo esto.
16:00
Saco los platos del lavaplatos y los guardo. Misterios luminosos. Me lavo los dientes. Llevo la taza del cepillo de dientes —que es un recuerdo de Portugal— al lavaplatos y pongo el cepillo de dientes en una taza de la NASA.
¿Qué tego que comprar sin falta? Leche. Tomo nota.
Escribo esto.
16:30
Con el ordenador, la tablet, el teléfono y la bolsa de basura me voy a la Iglesia. Tiro la basura y hago la visita al Santísimo.
WhatsApp. Ciento doce mensajes. Muy bien. Veamos algunos y dejemos los demás para otro rato. Bruno me manda la receta del pan. Un niño me manda sus respuestas al examen. Solo ha fallado dos. Por ejemplo ha dicho que Jesús pasó la noche del Jueves Santo preso en casa de san Pedro. Gloria, de Torremendo, me manda un video de unos niños jugando a celebrar la misa. IGS, viejo amigo de la Complutense, me manda algunas noticias no muy favorables al Gobierno. Anne Purdone, desde Glasgow, me manda un video sobre el coronavirus. Linelly, desde Guatemala, me manda unas fotos de mi madre que celebró su cumpleaños en el Cielo el día 13. Teresa: que si puede venir una persona a llevarse una bolsa de Cáritas. Que sí, que venga dentro de media hora.
Preparo una bolsa de Cáritas.
17:00
Me siento para mirar fijamente al sagrario durante media hora. A las 17:20 Teresa, que ha venido a la frutería, me da una limosna para Cáritas. ¡Bendito sea Dios!
17:30
Mientras espero que vengan a recoger la bolsa de Cáritas echo un vistazo al WhatsApp. Hay 110 mensajes. Mim, desde Plimouth, pregunta que si tengo un dia agitado. Doña Nati, a las dos, me ofrecía una botella de cava y pan. Luis, desde Granada, me manda una cosa para firmar contra los políticos en general. Visi, desde Mejorada del Campo, me manda homenajes cariñosos para los sacerdotes. ¡Bendito sea Dios! Rosita, desde Oviedo, se interesa por mí. IGS me manda una historia sobre los Beatles. La tía Janusa manda un artícuo de un capellán de IFEMA y noticias de su vida. Amparo P algunas meditaciones. Don Fernando Y, desde San Sebastián, una linda canción francesa.
17:50
Entrego la bolsa de Cáritas, escribo esto y me voy a comprar leche.
18:05
De vuelta a la iglesia grabo el video con la tercera catequesis de Pascua. Lo envío por WhatsApp.
Vísperas. Himno Ad Cenam Agni providi con los benedictinos de Fontgombault.
19:00
Cierro la iglesia y vuelvo a la casa abadía con el ordenador, la tablet y la leche.
Escribo la homilía de esta mañana y la publico en ¿Estás content@? en Twitter y en Facebook y la mando por WhatsApp.
Muy bien. Pongo en Twitter el Regina Coeli del día porque es Pascua.
¿Qué más? ¡Ah, sí! Recojo la ropa que había tendido. Saco los libros de una balda, les quito el polvo y los coloco de nuevo. Le doy un repaso al baño.
Escribo esto.
20:19
Me preparo un vaso de zumo de tomate con pimienta y lo voy saboreando mientras echo un vistazo al WhatsApp. Ciento veintitrés mensajes. Linelly, don Jesús H, Nines, Joaquín A, un niño de catequesis, Mari Carmen desde Jerez, don Francisco M, otro niño de catequesis, Pastor E desde Francia, Rosita, IGS, Joan, Teresa, Aurora desde Villena, doña Nati, Prado desde Mejorada, don Antonio FM, Alfonso C, Visi desde Mejorada, Delia, la tía Janusa, don Alejandro, otro niño de catequesis. Y noventa mensajes del grupo de hermanos.
Escribo esto.
20:45
Voy a publicar todo esto en ¿Estás content@?
Pater, más que alarma a las 5 parece un toque a rebato! me apunto la recetica del cardo.
ResponderEliminarAbrazos fraternos.
No presumo de cocinero pero ¡qué cardos, oiga! :-) Un abrazo Pascual.
ResponderEliminar¡Ay, qué ilusión, con dedicatoria y todo! ¡mil gracias, amable don Javier!
ResponderEliminarVoy con retraso leyendo, pero lo leo todo, todo y todo (como la niña del anuncio).