La Torre
miércoles, 18 de junio de 2025
6:30
Salgo de La Torre para el hospital. El GPS anuncia que llegaré a las 7:15. A las 7:00 pongo la COPE.
7:15
Llego al hospital. Me da tiempo a preparar el altar y a comprar una botella de agua en una maquinita y a beberme el agua.
7:42
Empieza la misa con dos minutos de retraso. Hoy se unen a la congregación Pilar —que está ingresada— y Aroa. Celebro la memoria de san Romualdo —que es mañana— en comunión con el Papa Francisco y con el obispo León.
8:15
Voy a la habitación de Pilar. Aroa ya se ha marchado. Pilar me dice que ha empezado a leer los diarios.
8:45
Salgo para San Miguel.
9:15
Oficio de lectura y laudes.
Me siento para mirar fijamente al sagrario.
10:00
Llegan Joan y Laura.
Voy al confesonario. Un penitente, muy bien. Tercia. Empiezo la lectura del primer libro de los Reyes con el rey David ya viejecito. Leo una escena de La gracia de Cristo. Retomo la lectura de Gaudí. El misterio.
11:00
Segunda misa. Ahora sí, votiva de san José porque es miércoles. Ahora sí, en comunión con el papa León y con el obispo José Ignacio.
11:40
Rosario entra en la sacristía para encargarme misas. No puedo olvidar que enviudó en 2011 —el año de mi llegada a San Miguel— y que llamó, llorando, a mi puerta para pedir consuelo. No puedo olvidar que fue la primera persona que llamó a mi puerta en San Miguel.
Voy al cajero para sacar 110 euros que le debo a Laura.
Vuelvo con los 110 euros, se los doy a Laura y me despido de ella porque se va a Madrid.
Me está esperando un caballero, con aspecto de don Quijote y sordo como una tapia, que viene cada año para confesarse. Pido a Joan y a Laura que dejen libre el rincón de san Miguel —o sea, que se larguen— e invito al caballero a tomar asiento en una de las butacas de Ikea. La otra la ocupo yo. Entre ambas butacas hay una mesa —negra y bajita— y, sobre ella, una imagen de la Virgen de estilo manierista, o algo así, y muchas flores que le pone Joan.
12:00
Rezo el Ángelus con don Quijote y nos despedimos.
Vuelvo al rincón de San Miguel para organizar mi agenda y me distraigo un poco con la imagen manierista de Nuestra Señora y con las flores —rosas frescas y olorosas— de Joan.
12:30
Salgo para Torrellano. Voy en silencio, sin músicas, sin noticias… No sé dónde he leído que el oído es el sentido de la fe y que la vista es el sentido de la gloria. Sediento —como estoy— de gloria, abro mucho los ojos y llego sano y salvo a Torrellano.
…
Voy a pasar la tarde en La Torre. ¿Holgando? Sí.
Por ejemplo, hay que coordinar la «Operación Pétalos» para que los niños que han hecho su primera comunión este año salgan en la procesión del Corpus y no haya que lamentar víctimas.
Por ejemplo, hay que coordinar la «Operación WN» para que Wilder pida a doña Nati las llaves de la iglesia, apague las luces, cierre la iglesia y devuelva las llaves a doña Nati.
De pronto —¡zas!— una sorpresa como un rompimiento de gloria. No, no es un sueño: Arantxa, Jesús y Ana están en La Torre.
…
Ceno con Arantxa, Jesús y Ana. ¿En la Casa Roja? Sí.
¡Vaya!
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