sábado, 21 de septiembre de 2024

Diario. Sábado 21 de septiembre de 2024

 San Miguel de Salinas

sábado, 21 de septiembre de 2024


Todavía es de noche cuando me asomo a la ventana y me quedo un buen rato observando ese milagro rarísimo que es la lluvia en San Miguel. Una lluvia muy fina que, a decir verdad, es lo menos que se da en lluvia. Pero el suelo de El Paseo se ha convertido en un espejo que refleja la luz de las farolas y el pueblo duerme en paz. 

Oficio de lectura y laudes. 

El desayuno, de mesa y mantel porque es sábado. 

Envío una minicatequesis al grupo de prematrimonial. Se nos ha unido Arquilatría. Muy bien. 



La misa de once empieza a las once. Celebramos la fiesta de san Mateo. Con Gloria y todo. Me acuerdo mucho de Matthew. Tengo que felicitarlo. 

Después de misa, saludo a Mari Carmen y a su italiano marido. Han comprado dos macetas para la puerta de la iglesia con sendas chefleras. Muy lindas. Están muy contentos y me anuncian que un día harán pasta y me invitarán a comer a su casa. 



Comida en el chino con Luis y Miguel. Luis estudia marketing. ¿Marketing? Sí, marketing: 1. m. mercadotecnia. Gracias. De nada. Miguel estudia dirección de empresas y ha estado en un retiro de Effetá y ahora se está preparando para confirmarse y para hacer su primera comunión. Los dos, con un grupo de amigos, han montado una especie de club de debate, o algo así. Están organizando un torneo de oratoria en la parroquia. El evento empezará con la charla de un sofista, experto en retórica. Luego, un teólogo, planteará el tema: «¿Quién es Dios para mí?». Se servirá un tentempie y luego se dará un tiempo a los participantes para que preparen sus interveciones que no podrán durar más de tres minutos. Finalmente, el jurado decidirá quién es el ganador si le le entragará un premio que —dado lo limitado de nuestro presupuesto— será de menos de quinientos mil dólares. 



Voy a Los Montesinos, aparco y me encuentro con Luis y con su padre. Sacudimos nuestras manos y paseamos hasta la iglesia charlando amigablemente. 

La misa de siete empieza a las siete. Me ayuda Luis. La iglesia está llena. 

Después de la misa, en la sacristía, le compro a Luis un décimo de lotería del seminario. 



En san Miguel, un penitente pide confesión. Muy bien. 

La misa de ocho empieza a las ocho con unas quince personas. Al final somos veinte. 



Me preparo una cena ligera. Felicito a Matthew que está en Coventry. Oigo el mensaje que Arquilatría ha dejado en el grupo y vuelvo a admirar la dulzura de su voz, su amabilidad, su sensibilidad y su sensatez. A juzgar por las respuestas de Mari Carmen y de José María, también ellos están encantados. Un amigo me entera de que este año tendrá que ir a Orihuela los lunes y me propone que comamos allí algún día. Le contesto que, por mí, todos los lunes. Mari Luz me manda el cartel que han preparado para el rosario del día 5 de octubre y me pregunta que qué me parece. Le contesto que me parece una obra de arte y le pregunto que si puedo publicarlo en el muro de Fbk de la parroquia. Me dice que sí y lo publico. 



De la lectura de «El significado de los sueños» de Chesterton, me quedo con esto: «Después de todo, no hay nada más natural que lo sobrenatural». 

Leyendo en «Una escala humana» el capítulo titulado «Hogar» me vienen a la memoria con insistencia la «Poética del espacio» de Gastón Bachelard y la voz de Josep María Esquirol. Y, por ese admirable fenómeno que Ana Rodríguez de Agüero ha llamado «armonía de lecturas» unido a mi tendencia a divagar, concluyo que el hogar es, después de todo, algo muy natural y muy parecido al Cielo. De mis divagaciones me saca el mismo don Carlos con un dardo de seis palabras: «No todo es idílico, desde luego». 



Son las 22:37 cuando termino de escribir esta página de mi diario. ¿Tengo sueño? Sí.

2 comentarios:

  1. ¿ todos los lunes de un curso? No son muchos lunes?

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  2. ? No entiendo. 🙂 Pero gracias por su atención . (JVH)

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Es usted muy amable. No lo olvide.