martes, 14 de mayo de 2024

Diario. Martes, 14 de mayo de 2024

 San Miguel de Salinas

martes, 14 de mayo de 2024


Hoy también he desayunado en la panadería porque se me ha acabado el Nescafé. 

Luego he andado algo liado y no he tenido tiempo ni para comprar los remedios que me recetó mi otorrino de cabecera. Ya veremos dónde desayuno mañana.



11:00

Nada de lío, todo orden perfecto y paz: misa de la fiesta de san Matías celebrada ad orientem y despacito. Las rúbricas —tan denostadas— son para mí una inspiración diaria. Recuerdo que, siendo yo un sacerdote joven, un santo religioso me dijo al terminar la misa: «No me gusta nada cómo celebras. Pareces un robot sin corazón, programado para hacer gestos y decir cosas que te han metido en la cabeza». Me pareció un elogio viniendo de él que era muy creativo y tenía algo de poeta romántico. Claro que ya andaba yo prevenido gracias a otro sacerdote, no tan santo pero gran amigo, a quien le preguntaron una vez que cómo diablos hacía para no emocionarse celebrando la misa. Su respuesta empezó con una amable negación de la mayor hecha in oblicuo. Respondió asina, poco más o menos: «Nuestras emociones durante la celebración de la misa no son de interés público. Las rúbricas, a las me atengo, nos permiten expresar las emociones  de Cristo que sí son de interés  público». 



He dedicado un poco de tiempo al estudio. Sé que mi cabeza no es un portento y que, por eso mismo, estoy más obligado que otros a esa disciplina. 



Como tampoco tengo buena memoria, procuro dedicar los restos del día, a dejar constancia en mi diario de las magnalia  Dei, o como se diga esa bondad de Dios que se manifiesta a cada uno: secretamente en cada latido del corazón y públicamente en la misa de cada día y de cada minuto. 

2 comentarios:

  1. Jajjajjajjaja. Finísimo: «Me pareció un elogio viniendo de él que era muy creativo y tenía algo de poeta romántico»

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Es usted muy amable. No lo olvide.